Historias queer, visibilidad y talento se abren paso en la novena edición de los galardones
La diversidad no es una tendencia pasajera. Es una necesidad, una exigencia, y en el mundo del cine, también una conquista. Este 2025, los Premios Fugaz, considerados como los reconocimientos más relevantes del cortometraje en España, ponen el foco en narrativas que hasta hace no tanto eran invisibles. Historias que representan —de forma honesta, sensible y sin estereotipos— a las personas LGTBIQ+.
“Violetas” y “Cólera”: visibilidad en tiempos diversos
Entre las obras más reconocidas este año, destacan Violetas y Cólera, dos cortos que no solo emocionan por su narrativa, sino que también reivindican identidades y vivencias queer.
Violetas, dirigido por Borja Escribano, ha obtenido cuatro nominaciones técnicas: Mejor Dirección de Fotografía (Mario López), Dirección de Arte (Lucía Meca), Vestuario (Alba Martínez Villamor) y Maquillaje y Peluquería (el propio Escribano). Pero más allá de lo técnico, lo que realmente conmueve es su historia: ambientado en 1945, en plena dictadura franquista, el corto relata el vínculo prohibido entre Juan, un ayudante universitario, y Manuel, un joven cuya sola existencia desafía el régimen de la época.
Por su parte, Cólera, de José Luis Lázaro, ha sido nominado a Mejor Dirección Novel. En este caso, la historia se sitúa en un contexto más contemporáneo: Guillem y Nico comparten un día de playa, una de esas tardes que prometen eternidad, hasta que un giro inesperado pone a prueba su relación. Una historia que habla de amor, pero también de miedos, dudas y coraje.
Más allá de los premios: ¿Está cambiando el relato?
La representación LGTBIQ+ en el cine español ha evolucionado, pero aún queda camino. Las nominaciones de este año a los Fugaz invitan a reflexionar: ¿Estamos asistiendo a un cambio real en la forma en la que se cuentan nuestras historias? ¿O seguimos celebrando excepciones en un panorama donde la norma aún excluye?
Lo cierto es que tanto Violetas como Cólera apuestan por narrativas cuidadas, sin caricaturas, donde lo LGTBIQ+ no es un añadido superficial, sino el núcleo emocional del relato.
La gran noche del cortometraje español
La gala de entrega de los Premios Fugaz 2025 tendrá lugar el próximo 25 de junio, en la Sala 25 de los cines Kinépolis Ciudad de la Imagen (Madrid), con capacidad para mil personas. Un encuentro que promete ser una celebración del talento emergente, de la creatividad, y también —por qué no— de la inclusión.
Este año, más de 600 cortos fueron evaluados por una comisión de 1.600 profesionales del sector. Además, la organización ha incorporado dos nuevas categorías: Mejor Cortometraje Hispanoamericano y Mejor Cortometraje de Escuela, ampliando así el alcance y la diversidad del certamen.
Apoyos clave y un futuro más plural
Detrás de los Premios Fugaz hay un tejido de apoyos que incluye a entidades como Kinépolis, Instituto del Cine de Madrid, The Core School, Menorca Doc Fest, Welab, y Filmin, entre otras muchas. También colaboran instituciones como Movistar+ y la Universidad Complutense de Madrid, consolidando estos galardones como el mayor escaparate del corto español.
Pero el verdadero respaldo está en el público. En quienes ven estas historias, se emocionan, se reconocen o descubren realidades que les eran ajenas. Porque al final, el cine también sirve para eso: para abrir los ojos, el corazón… y quizá, cambiar el mundo.
