sábado, junio 28, 2025

¿Qué es el gender euphoria? La otra cara de transicionar

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Cuando hablamos de identidades trans, no es raro que todo gire en torno al dolor. A la disforia. A lo que duele, a lo que falta, a lo que incomoda. Y aunque es importante visibilizar esos malestares, hay una parte del viaje que muchas veces queda fuera del foco: la alegría, la afirmación, la euforia de género.

Sí, existe. Y merece espacio.

Porque ser trans o no binarie no es solo sobrevivir. También es habitarse, reconocerse, celebrarse. En este artículo vamos a hablar sobre ese momento mágico, a veces sutil, a veces desbordante, en el que algo dentro de ti dice: “ahora sí, soy yo”.

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¿Qué significa exactamente “gender euphoria”?

La gender euphoria, o euforia de género, es la sensación positiva, intensa o reconfortante que una persona experimenta cuando su identidad de género se alinea con su expresión, su entorno o su cuerpo.

Es lo contrario de la disforia de género. Donde la disforia duele, la euforia enciende.

Y no siempre llega en un momento dramático. A veces aparece en pequeños gestos: mirarte al espejo con una prenda nueva y reconocerte, que alguien use el pronombre correcto sin preguntar, sentir que tu voz por fin suena como tú querías.

No hay una única forma de sentirla. Y esa es parte de su magia.

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Ejemplos reales de euforia de género

Para entender mejor este concepto, nada como escuchar lo que cuentan quienes lo han vivido. Aquí van algunos ejemplos recogidos de testimonios reales:

  • “La primera vez que me llamaron ‘ella’ en una cafetería, sin conocerme de nada, estuve sonriendo todo el día.”

  • “Cuando mi sobrina pequeña me presentó como su tíe a sus amigas. Sin miedo, sin lío. Solo natural.”

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  • “Al escuchar mi voz tras meses de entrenamiento vocal. No podía dejar de hablar, era como si por fin me escuchara por dentro.”

  • “Ver crecer mi barba en el espejo. Cada pelo era una confirmación.”

Estos momentos no siempre son visibles desde fuera. Pero dentro… dentro explotan como fuegos artificiales.

¿Por qué es importante hablar de la euforia (y no solo de la disforia)?

Porque durante años, los discursos médicos, sociales e incluso familiares han centrado toda conversación sobre las personas trans en lo que “no encaja”. La identidad trans se ha asociado casi exclusivamente con dolor, sufrimiento y corrección.

Pero reducir la experiencia trans a la disforia es injusto.

La gender euphoria devuelve agencia. No solo habla de lo que queremos evitar, sino de lo que queremos construir. Es una brújula emocional. Una forma de saber hacia dónde ir, incluso cuando el camino es difícil.

Además, en contextos donde aún se exige “probar” disforia para acceder a tratamientos médicos o reconocimiento legal, hablar de euforia rompe ese marco patologizante. Porque validar la identidad no debería depender del dolor.

¿Cómo reconocer tu propia euforia de género?

A veces, estamos tan acostumbrades a sobrevivir, que se nos olvida escuchar el placer. La afirmación. Lo que nos hace bien. Identificar lo que te produce euforia de género puede ayudarte a tomar decisiones más alineadas con quien eres.

Aquí van algunas pistas que podrían ayudarte:

  • ¿Hay momentos en los que sientes una paz inexplicable con tu cuerpo?

  • ¿Cuándo fue la última vez que algo te hizo sentir validade en tu identidad?

  • ¿Qué cambios (grandes o pequeños) te han hecho sentir más tú?

Explorar tu propia euforia también es una forma de conocerte. Y de cuidarte.

¿Y si no la siento? ¿Eso significa que no soy “realmente” trans?

Para nada. No sentir euforia no invalida tu identidad.

Cada persona trans o no binaria vive su proceso de forma única. Hay quienes encuentran alegría en cada paso, y quienes atraviesan todo sin grandes momentos de júbilo. Todo es válido.

Además, la euforia puede llegar más tarde. O puede estar escondida detrás del miedo, la inseguridad o la falta de entorno seguro. Nadie debería sentir presión por “sentirse feliz” solo para encajar en una narrativa positiva.

Y si la euforia nunca aparece, eso también está bien. Lo importante es que puedas ser tú.

Perspectiva crítica: ¿idealizamos la euforia?

Aunque hablar de gender euphoria es necesario, también podemos hacernos algunas preguntas incómodas. ¿Estamos creando una nueva presión emocional? ¿Otra exigencia más? ¿Qué pasa si la búsqueda de esa euforia nos hace sentir aún más fuera de lugar?

Algunas voces dentro del activismo han señalado que, si bien es importante hablar de placer y afirmación, no deberíamos romantizar el proceso de transición ni hacer de la euforia una nueva meta obligatoria. A veces, simplemente sobrevivir ya es un acto heroico. Y eso también cuenta.

¿Cómo apoyar la euforia de otra persona?

Si no formas parte del colectivo trans o no binario, pero quieres apoyar, aquí van algunas ideas:

  • Usa correctamente el nombre y los pronombres. Parece básico, pero genera un impacto emocional profundo.

  • Acompaña en los cambios físicos o estéticos con empatía y sin cuestionamientos.

  • Celebra sus logros sin reducirlos a lo trans. A veces solo quieren ser una persona más feliz, no “un ejemplo”.

  • No preguntes por la disforia como si fuera lo único importante. Pregunta también: ¿cuándo te has sentido tú últimamente?

Euforia también es resistencia

En un mundo que insiste en que no deberíamos existir, la alegría es un acto radical. Mostrarla, nombrarla, compartirla… todo eso es político. La gender euphoria no es solo una emoción. Es una grieta en el sistema binario, una forma de habitar el cuerpo y el mundo desde el deseo, no desde el miedo.

No es perfecta. No es constante. No es para todes. Pero cuando aparece, merece ser reconocida y celebrada.

Que el espejo te devuelva la mirada

A veces la euforia es un golpe de realidad. Otras veces, es una brisa suave. Pero en cualquier forma que tome, es un recordatorio de que hay vida más allá de lo que nos dijeron. Una vida en la que podemos ser, sentir y elegir.

Y aunque no tengamos todas las respuestas, tal vez podamos empezar por hacernos esta pregunta:

¿Qué momentos me han hecho sentir más yo últimamente?

La respuesta puede estar más cerca de lo que imaginas.

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Javier Kiniro
Javier Kiniro
Desde pequeño supe que las palabras podían construir refugios. Soy escritor, asesor de imagen, creador de mundos y soñador profesional. En Rainbow, convierto cada proyecto en una declaración de amor a la diversidad, la interseccionalidad y la belleza real. Mi gran referente es Pedro Lemebel, porque aprendí que la ternura también puede ser una forma de revolución. Dato curioso: Soy capaz de detectar un error de maquetación a diez metros… pero no sé hacer un café decente.

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