Entrevista a María Giralt, vicepresidenta de Pride Barcelona y directora de ámbito social
En un momento especialmente tenso para los derechos LGTBIQ+ en Europa, el Pride Barcelona 2025 se presenta como mucho más que una celebración: es una respuesta cultural, una afirmación política y un espacio colectivo de resistencia. Hablamos con María Giralt, vicepresidenta de Pride Barcelona y directora de ámbito social, sobre los retos, las novedades y las reivindicaciones de esta edición, que reúne a más de 35 entidades en torno a una consigna clara: la cultura LGTBIQ+ también es cultura universal.
Este año, el Pride Barcelona llega en un contexto político y social complejo, con avances y retrocesos para los derechos LGTBIQ+ en Europa. ¿Cómo definirías el Pride Barcelona 2025 en una frase? ¿Cuál es su mayor propósito este año?
Nos gustaría destacar que el Pride Barcelona está formado por más de 35 entidades LGBTQIA+ que cada año deciden la temática, organizan las actividades y participan en la redacción del manifiesto y su lectura. Al mismo tiempo, la Cambra LGBTIQ+ de Catalunya es la entidad encargada de la compleja organización logística del Pride Barcelona.
Atendiendo a la pregunta, hace unos años hubiéramos respondido que el Pride Barcelona es la fiesta mayor de la diversidad. En el momento actual, añadiríamos que Pride Barcelona es la demostración del compromiso de Barcelona y la sociedad catalana con los valores de la diversidad, el respeto a los derechos humanos y la democracia. En definitiva, del progreso.
«el Pride Barcelona está formado por más de 35 entidades LGBTQIA+ que cada año deciden la temática, organizan las actividades y participan en la redacción del manifiesto y su lectura»
Cada edición suele tener un lema o reivindicación principal para centrar la atención en temas urgentes para el colectivo. Este año es “Cultura LGBTQIA+: Cultura universal”. ¿Por qué habéis decidido enfocaros en este tema?
Porque la cultura, junto a la educación, el tema del año pasado, son los dos principales ámbitos donde la extrema derecha se siente más cómoda para lanzar sus discursos de odio por las redes. Bajo este lema, Pride Barcelona ha querido expresar que las personas LGBTQIA+ hemos contribuido de forma notable a la cultura universal, y de esta manera queremos reivindicar nuestra visibilidad, y por tanto, nuestra existencia y nuestros derechos.
Muchas personas asisten al Pride esperando conocer novedades y propuestas innovadoras que visibilicen a la comunidad. ¿Qué novedades destacarías este año, tanto a nivel de actividades como de enfoque social o cultural?
Las personas se acercan al Pride Barcelona por distintos y variados motivos, pero tienen en común la necesidad de mostrar su proximidad, complicidad y solidaridad con la comunidad LGBTQIA+. Durante el Pride se han realizado más de sesenta actividades relacionadas con la cultura LGBTQIA+ para todos los públicos. Queremos mostrar que, a pesar de los violentos ataques a nuestra comunidad por parte de sectores ultraconservadores, seguiremos defendiendo nuestros derechos con más fuerza si cabe.
Cada año surgen críticas y debates sobre el “pinkwashing” o la mercantilización del orgullo. ¿Cómo gestionáis la presencia de empresas para evitar el pinkwashing y garantizar que haya un compromiso real con los derechos LGTBIQ+?
En Pride Barcelona somos los primeros interesados en evitar ser utilizados por posible “pinkwashing” de las empresas, estas compañías pasan unos filtros y muestran su compromiso con la comunidad LGBTQIA+. Pero lo preocupante, por injusto e incoherente, es la demonización a priori solo por el hecho de ser una empresa. Y lo es porque existe una ley que obliga a las empresas a tomar medidas para crear entornos laborales inclusivos para las personas trabajadoras LGBTQIA+. Una ley, la 4/2023, aprobada gracias a la lucha de las asociaciones LGBTQIA+, “para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI”, concretamente hacen referencia a ello en los artículos 14, 15, 54 y 55 de dicha ley.
Las empresas que participan en el Pride Barcelona suelen ser empresas que llevan tiempo, antes incluso de la ley 4/2023, gestionando la diversidad LGBTIQA+ con buenas prácticas, ya sea apoyando los grupos de personas empleadas LGBTQIA+, haciendo formaciones en diversidad LGBTQIA+, aplicando políticas de baños e instalaciones trans inclusivas y estándares de no discriminación del contratista/proveedor, realizando apoyo público a la comunidad LGBTI, etc.
Desde Pride Barcelona y la Cambra LGBTQIA+ acompañamos a las empresas en el camino hacia una buena gestión de la diversidad LGBTQIA+ de la compañía, ya sea con formaciones o asesorándolas para realizar sus planes LGBTQIA+, pero lógicamente Pride Barcelona no puede “garantizar” que así sea, para esto existen los sindicatos, que hacen una gran labor.
Pero a medida que las empresas entiendan que abrazar la diversidad es un proceso beneficioso para toda la cadena de valor de la compañía, estaremos transformando la sociedad casi sin darnos cuenta.
«Barcelona se ha convertido en el paradigma de ciudad donde sí es posible vivir, trabajar, estudiar y relacionarse libremente sin esconder tu identidad ni tu condición sexual.»
El Pride no es solo celebración, también es una plataforma de reivindicación política y social. ¿Con qué entidades y movimientos estáis colaborando para reforzar la dimensión activista del Pride Barcelona 2025?
Una de las características de Pride Barcelona es el equilibrio entre la reivindicación, la visibilidad y la celebración. Pride Barcelona está formado por más de cuarenta asociaciones LGBTQIA+ y existe una estrecha relación con la Plataforma LGBTI de Catalunya, con la cual colaboramos para realizar acciones reivindicativas, al igual que con entidades que trabajan otros ámbitos como la diversidad funcional.
La seguridad y la accesibilidad son aspectos clave para que todas las personas puedan disfrutar del evento. ¿Qué medidas habéis implementado este año para garantizar la accesibilidad y la seguridad de las personas asistentes, especialmente las más vulnerables?
Este año también dispondremos de una zona para las personas con movilidad reducida y lengua de signos para personas sordas que se proyectará en una esquina de la pantalla principal, aparte de acomodar a las personas sordas cerca del escenario.
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La participación de la comunidad trans, racializada, migrante y con discapacidad sigue siendo una deuda pendiente en muchos eventos. ¿Qué acciones específicas se han tomado este año para visibilizar y centrar las voces de estas personas dentro del Pride?
La comunidad trans, racializada, migrante y con discapacidad está plenamente integrada desde hace tiempo dentro de las asociaciones del Pride Barcelona. El Voluntariado de Pride Barcelona acoge a muchas personas voluntarias trans, de diferentes etnias, migrantes, con discapacidad que crean vínculos afectivos y sociales y son una pieza clave para el buen desarrollo del Pride Barcelona. Recuerdo el comentario de un voluntario gay de El Salvador mientras observaba los miles de personas delante del escenario, “Mira, yo me hice voluntario del Pride para devolverle a Barcelona lo que me había dado”. Esto, sinceramente, no tiene precio.
El Pride genera un impacto económico y social importante en la ciudad. ¿Qué impacto esperáis que tenga esta edición para la economía local y los negocios de la comunidad LGTBIQ+ en Barcelona?
Nosotros aspiramos a que tenga un gran impacto social. Y el impacto económico viene dado de por sí de forma natural. Muchos negocios de la comunidad LGBTQIA+ participan en el Village Pride al lado de las entidades LGBTQIA+, bares y discotecas de la ciudad se llenan durante la celebración del Pride y ello repercute en la economía local.
Mirando hacia el futuro, es clave pensar en la evolución de las celebraciones del orgullo. ¿Cómo te imaginas el Pride Barcelona dentro de 5 o 10 años? ¿Qué retos crees que debemos superar como sociedad para llegar allí?
De momento ya tenemos bastante con imaginar el Pride de este año. El Pride Barcelona del futuro será el que las asociaciones LGBTQIA+ quieran. El principal reto es superar la crisis de valores humanos a los que nos aboca la extrema derecha y evitar el retroceso a las cavernas totalitarias.
Y lo más preocupante, la afinidad de una parte de la juventud a planteamientos fascistas y dictatoriales, y que muestran sin complejo alguno. ¿Veis por qué la extrema derecha pone sus garras en la educación y la cultura?
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Barcelona cuenta con una larga trayectoria de lucha y visibilidad del colectivo LGTBIQ+, aunque aún enfrenta desafíos importantes. ¿Qué pasos está dando la ciudad para consolidar su candidatura al World Pride 2030 y proyectarse como referente internacional?
A causa de los últimos acontecimientos políticos a escala mundial, Barcelona, que ya era un referente en cuanto a derechos LGBTQIA+, se ha convertido en el paradigma de ciudad donde sí es posible vivir, trabajar, estudiar y relacionarse libremente sin esconder tu identidad ni tu condición sexual. La clave está en la colaboración entre sociedad civil y administraciones.
El Ajuntament de Barcelona ha mostrado desde el inicio su firme apoyo a la presentación de la candidatura de Barcelona como sede del World Pride 2030. Al cual se ha sumado con el mismo entusiasmo la Generalitat de Catalunya y la Diputació de Barcelona. Trabajamos desde hace meses de manera coordinada con las tres administraciones, Turismo de Barcelona y Turismo de Catalunya, en el desarrollo de la candidatura.
La fuerza de una candidatura como el World Pride no depende solo del respaldo institucional, sino también del compromiso de la sociedad civil. ¿Cómo están integrando a las entidades LGTBIQ+ en el desarrollo del proyecto y qué rol desempeñan en esta propuesta conjunta?
Barcelona, además, también cuenta con una larga tradición asociacionista gracias al movimiento autogestionario, desconocido para muchos, pero estudiado en universidades americanas y europeas. No es casualidad que la primera manifestación LGBTI en las Ramblas de Barcelona en 1977 fuera tan transversal.
De hecho, no tenemos que integrar a las entidades LGBTQIA+ porque ellas son el Pride Barcelona, fueron las primeras en ser consultadas y mostraron de manera unánime su apoyo a la presentación de la candidatura.
Preguntas Rainbow
- ¿Quién es tu referente queer y por qué? Ahora ya todes somos referentes de todes.
- Si tu vida tuviera un lema activista bordado en una camiseta, ¿cuál sería? Vivir sin miedo, aunque lo prefiero grabado en el cerebro.
- ¿En qué momento te sentiste más libre en tu piel? Ahora y siempre.
- ¿Con qué súperpoder cotidiano de las personas queer te quedas? … ¿Y si resulta que no tuviéramos superpoderes?
El Pride Barcelona 2025 no solo es una celebración de la diversidad: es una declaración de resistencia cultural, política y emocional. Gracias al compromiso de entidades como la Cambra LGTBIQ+ y voces como la de María Giralt, se consolida como un evento clave en el mapa internacional. Y quizá lo más importante: sigue siendo un espejo donde mirarse y un espacio donde no hace falta pedir permiso para existir.