En la actualidad, las historias que se proyectan en la gran pantalla son un reflejo de nuestro mundo, cada vez más diverso y complejo. Sin embargo, no todo el mundo parece estar preparado para esta evolución. Recientemente, una controvertida opinión ha encendido el debate sobre la inclusión de la comunidad LGTBIQ+ en el cine dirigido a les más pequeñes. ¿Estamos listes para que la diversidad sea parte de cada narrativa? ¿O hay todavía un largo camino por recorrer en la aceptación y la comprensión?
El desencuentro de un rapero y una escena animada
La polémica surge a raíz de las declaraciones del icónico rapero californiano Snoop Dogg. En una reciente entrevista en el pódcast It’s Giving, el artista compartió una experiencia personal que le dejó, según sus propias palabras, «miedo a ir al cine a ver una película infantil». El origen de su inquietud se sitúa en la película Lightyear, el aclamado spin-off de Toy Story que, por cierto, generó revuelo en diversos países debido a una escena en particular.
En esa escena, un personaje femenino, interpretado por Keke Palmer, se muestra en una relación lésbica, donde se besa con su pareja y tienen un hijo en común. Este momento, aunque mínimo en el contexto global de la película, fue el epicentro de la controversia para el rapero. «Fui a ver la película con mi nieto… y de repente aparece su personaje en esa escena, en la que se ve que tuvo un bebé, pero con una mujer», relató Snoop Dogg.
La pregunta inocente y la respuesta incómoda
El punto álgido para el artista llegó cuando su nieto, en plena sala de cine, le formuló una pregunta que le descolocó: «Papá Snoop, ¿cómo pudo tener un bebé con otra mujer?». La inocencia de la pregunta, en contraste con la incomodidad del rapero, nos invita a reflexionar. ¿Es la falta de familiaridad con estas narrativas la que genera la perplejidad, o es una cuestión de predisposición personal?
Snoop Dogg admitió haberse sentido completamente desarmado. «Mierda, es que no vine para esto, solo vine a ver una puta película», recordó pensar en ese instante. Su única respuesta al niño fue un «Shhh… Estamos en el cine, cómete las palomitas», a pesar de la insistencia del pequeño. Este momento, sin duda, nos hace pensar en la importancia de estar preparades para abordar temas de diversidad con les más jóvenes, incluso si no son parte de nuestra experiencia personal. ¿Sería distinto si la historia familiar de les niñes incluyera diversas formas de amor y familia desde el principio?
Diversidad en pantalla: ¿Una cuestión de edad o de apertura mental?
La reflexión de Snoop Dogg no surgió de la nada. La Dra. Sarah Fontenot, anfitriona del pódcast, había introducido el tema con una afirmación que también merece nuestra atención: «últimamente no son realmente hombres hasta que cumplen 45 años», atribuyendo parte de esta realidad a una supuesta «epidemia de madres solteras». Según ella, las mujeres están educando a sus hijos solo desde su propio método individual, lo que ha llevado a que «las mujeres sean mucho más masculinas y los hombres, mucho más femeninos».
El rapero, sin embargo, encontró la causa de esta supuesta realidad en la exposición temprana a la diversidad de sexualidades y modos de vida. «¿A qué viene esto? Son niños. ¿Tenemos que enseñarles cosas así a estas edades? Me meten en medio de mierdas para las que yo no tengo las respuestas», sentenció. Esta postura abre un debate crucial: ¿existe una edad «adecuada» para que les niñes sean expuestos a la diversidad de identidades y relaciones? ¿O la infancia es precisamente el momento idóneo para fomentar la apertura y la comprensión hacia todas las formas de existencia?
La comunidad LGTBIQ+ y el eco en redes sociales
Las declaraciones de Snoop Dogg no han pasado desapercibidas, especialmente entre sus seguidores y la comunidad LGTBIQ+. Durante años, a pesar de ciertas incoherencias, el artista ha sido considerado un referente de libertad personal y tolerancia, lo que ha llevado a una parte de su audiencia a expresar su decepción. «Tenía a Snoop como alguien bastante abierto e inclusivo», comentó un fan.
Para muches, la incapacidad del rapero para responder a una pregunta tan sencilla de su nieto fue llamativa. «Podría haberle dicho simplemente que habían adoptado al niño si no quería entrar en más explicaciones», sugirió un comentario en el video. Otros fueron más directos, cuestionando la posible homofobia subyacente: «Qué opinión tan horrible sobre una pareja lésbica. Estamos a 2025, ¿y todavía somos tan homófobos?». Incluso hubo quienes recurrieron al humor, bromeando sobre la posible desorientación del artista: «Posiblemente estaba tan fumado durante la película que no podía ni resolver una simple duda sobre el mundo real».
Este incidente nos lleva a un punto fundamental: la representación importa. Las historias que vemos en la pantalla influyen en cómo percibimos el mundo y cómo nos relacionamos con la diversidad. Que un personaje sea parte de la comunidad LGTBIQ+ en una película infantil no es un adoctrinamiento, sino un reflejo de la realidad de muchas familias. ¿No es hora de que las pantallas reflejen todas las realidades, sin miedo y con naturalidad? ¿O es que el miedo a lo desconocido sigue siendo un obstáculo más grande de lo que pensamos?