El Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) dió un paso relevante en 2021 —aunque quizás aún insuficiente— en su compromiso con la diversidad: la creación de un Comité LGTBI+, que depende de su Comisión Delegada de Diversidad e Inclusión. Esta iniciativa busca no solo visibilizar y sensibilizar en materia de orientación sexual e identidad de género dentro del ámbito jurídico, sino también desarrollar estrategias concretas para avanzar en una abogacía más igualitaria y libre de discriminación.
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¿Quién forma parte del Comité LGTBI+ del ICAM?
Este nuevo espacio está impulsado desde la propia Junta de Gobierno del ICAM, con participación de les diputades Lola Fernández, José Ramón Couso y Ana Buitrago. Pero no caminan soles. También se han sumado personas trabajadoras del Colegio, así como colectivos del sector legal con experiencia en derechos LGTBIQ+. La intención parece clara: construir un comité plural, con voces diversas y conocimientos sólidos para afrontar los desafíos que aún existen dentro de la profesión.
Objetivos claros… ¿y alcanzables?
El Comité tiene sobre la mesa una serie de metas ambiciosas, que van desde hacer un diagnóstico de la situación real de la comunidad LGTBIQ+ en la abogacía hasta proponer soluciones frente a las discriminaciones estructurales que muchas veces siguen presentes. Entre sus principales propósitos destacan:
- Analizar los retos específicos que enfrentan les profesionales LGTBIQ+ del derecho.
- Proponer cambios reales y acompañar su implementación.
- Sensibilizar a la institución y a sus miembros sobre las realidades LGTBIQ+.
- Promover un seguimiento activo de normativas y jurisprudencia en materia de diversidad.
- Fomentar entornos laborales seguros, respetuosos y libres de prejuicios.
- Ofrecer asesoría pro bono tanto a la sociedad como a profesionales del sector.
- Impulsar la formación continua en diversidad dentro del ámbito jurídico.
- Apoyar eventos, charlas y actividades LGTBIQ+ desde el Colegio.
Se trata, en resumen, de una hoja de ruta con perspectiva inclusiva, que busca transformar una institución histórica desde dentro. Pero como suele pasar con estos temas, las intenciones deben medirse por sus resultados.
¿Un cambio real o un gesto simbólico?
Aunque la creación del Comité LGTBI+ representa un avance indudable, no podemos dejar de preguntarnos: ¿hasta qué punto esta iniciativa está teniendo peso real en las políticas del ICAM? ¿Existe un compromiso profundo con la transformación o estamos ante un gesto institucional para cumplir con lo políticamente correcto? La historia nos recuerda que muchas veces la diversidad se convierte en una etiqueta vacía si no se traduce en acciones concretas, evaluables y sostenibles. Y es aquí donde la comunidad LGTBIQ+ —dentro y fuera del mundo jurídico— tendrá un papel clave para exigir que las promesas no se queden en el papel.
El desafío de hacer de la diversidad una práctica habitual
La inclusión no debería ser una excepción, sino la norma. Este Comité del ICAM abre una puerta importante, pero queda mucho por recorrer. ¿Cómo garantizan que se escuchen todas las voces? ¿Cómo evitar que esta iniciativa quede relegada al simbolismo sin impacto real? La diversidad no es una casilla a marcar, es una cultura a construir. Y eso implica incomodarse, cuestionarse y, sobre todo, actuar. Veremos si el Colegio está verdaderamente dispuesto a hacerlo.