La Asamblea de la Red Mundial de Católicos Arco Iris (GNRC) ha convertido Madrid en capital de los cristianos LGTBIQ+ durante unos días. Y, en este contexto, la voz del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, ha resonado con fuerza. En una carta enviada a la vigilia ecuménica celebrada en la Ermita de la Virgen del Puerto, Cobo pidió “una Iglesia de puertas abiertas, acogedora y fraterna”, capaz de caminar desde el respeto y la compasión.
Una Iglesia en movimiento
El mensaje del cardenal no pasó desapercibido. Reconoció que la Iglesia todavía tiene un camino pendiente en su relación con el colectivo LGTBIQ+, pero también destacó la necesidad de avanzar hacia nuevas actitudes pastorales. “Estamos abriendo puertas nuevas y nuevas formas de acompañar”, afirmó, insistiendo en la centralidad de la dignidad humana.
Su carta fue recibida como un gesto significativo, especialmente después de que, hace pocas semanas, el propio Cobo recibiera a representantes de la Asociación Crismhom en Madrid. Entonces, la comunidad destacó el encuentro como un diálogo “cálido y enriquecedor”.
Esta tarde, cuatro representantes de nuestra comunidad han sido recibidos por el arzobispo de Madrid, don José Cobo.
La acogida ha sido muy cálida y el diálogo, enriquecedor. Seguimos construyendo puentes hacia una Iglesia más inclusiva. 💜@archimadrid @CardenalCobo pic.twitter.com/jQcJNQ6ekP— CRISMHOM (@CRISMHOM_) July 22, 2025
Madrid, sede de un encuentro histórico
Es la primera vez que esta asamblea mundial se celebra en España. Durante varias jornadas, voces de todo el mundo han reivindicado que “los derechos LGTBI son derechos humanos” y que la Iglesia no puede permanecer al margen de esta realidad.
Los copresidentes de la GNRC, Marianne Duddy-Burke y Christopher Vella, subrayaron la urgencia de abrir caminos de justicia y acogida, mientras teólogas como María Luisa Berzosa y Cristina Inogés recordaron que el Evangelio llama a incluir a quienes históricamente han sido relegades. “Después de la resurrección nada es igual, porque Cristo resucitó para todes”, afirmó Inogés.
Mirando hacia Roma
El gesto de Cobo también se enmarca en un horizonte mayor: el Jubileo de las personas con orientación sexual diversa, previsto en Roma en septiembre de 2025. El cardenal expresó su deseo de que la Asamblea en Madrid sirva como preparación espiritual para este evento, que promete ser un nuevo hito en la historia de la inclusión dentro del catolicismo.
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Entre la esperanza y la cautela
Ahora bien, aunque las palabras de Cobo marcan un tono diferente, también es legítimo preguntarse: ¿hasta qué punto este discurso se traducirá en cambios reales dentro de la Iglesia? Hay quienes temen que se quede en gestos simbólicos, sin transformaciones concretas en la vida parroquial. Para muches creyentes LGTBIQ+, la inclusión plena aún parece lejana. La tensión entre el mensaje oficial y las experiencias cotidianas de exclusión sigue siendo un desafío difícil de ignorar.
En cualquier caso, la Asamblea de Católicos Arco Iris en Madrid ha puesto de manifiesto que el debate ya no puede posponerse. El encuentro no solo reunió a creyentes LGTBIQ+, sino también a teólogas, activistas y comunidades que sueñan con una Iglesia donde nadie se quede fuera.
El propio Cobo lo resumió con una idea sencilla, pero poderosa: “Nunca haremos suficiente para alcanzar la calidez de las acogidas de Jesús”. Una frase que deja abierta la pregunta de fondo: ¿está la Iglesia dispuesta a caminar, de verdad, hacia esa acogida sin condiciones?