domingo, junio 29, 2025

Una mirada al I Congreso Internacional Naizen sobre Infancias y Adolescencias Trans

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Bilbao, 5 y 6 de mayo de 2025. En un contexto social cada vez más polarizado respecto a las realidades trans, especialmente durante la infancia y adolescencia, el I Congreso Internacional Naizen sobre Infancias y Adolescencias Trans ha marcado un punto de inflexión. Organizado por la asociación Naizen y coorganizado por el Gobierno Vasco, el evento se celebró en el Bizkaia Aretoa de la UPV/EHU con un objetivo claro y necesario: comprender para poder acompañar. Esa frase, que dio título al congreso, resume la intención de fondo que atravesó cada ponencia, conversación y testimonio compartido durante dos jornadas intensas.

Un espacio necesario para el diálogo interdisciplinar

El congreso nació como respuesta a una urgencia. Las vivencias trans en edades tempranas están en el centro de muchos debates públicos, no siempre bien informados ni libres de prejuicio. Por ello, Naizen apostó por construir un espacio seguro y riguroso donde confluyeran saberes de múltiples disciplinas: psicología, sexología, sociología, psiquiatría, endocrinología, educación, trabajo social, y, por supuesto, las experiencias directas de personas trans y sus familias.

Con un programa diverso, el congreso abrió sus puertas con las palabras de Bea Sever y la intervención institucional del Lehendakari Imanol Pradales. Pronto quedó claro que el enfoque no sería neutral en el sentido clásico, sino profundamente comprometido con los derechos de las infancias y adolescencias trans. Porque comprender no es observar desde la distancia, sino involucrarse activamente en la creación de contextos donde todes puedan desarrollarse con libertad y seguridad.

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¿Qué sabemos hoy sobre las infancias y adolescencias trans?

Una de las mesas más esperadas fue la que abordó el estado actual del conocimiento científico sobre estas realidades. Moderada por Aitzole Araneta, contó con voces reconocidas a nivel internacional como Jon Arcelus, Jiska Ristori y Annelou de Vries. A lo largo de la sesión se problematizó el concepto de “evidencia” y se cuestionó desde qué lugares construimos conocimiento. ¿Qué significa tener evidencia suficiente cuando hablamos de identidades y procesos íntimos y subjetivos? ¿Cómo evitar reducir vidas humanas a estadísticas?

La conclusión no fue unánime, pero sí reveladora: aunque hay consenso en muchos aspectos médicos y psicológicos —como los beneficios del acompañamiento temprano—, es esencial seguir investigando desde una mirada ética, crítica y con perspectiva de derechos.

Miradas diversas: un valor y un reto

A lo largo del día, las ponencias también dieron espacio a reflexiones desde el transfeminismo, la filosofía y la neurociencia. La intervención de Josebe Iturrioz sobre la conceptualización trans desde el transfeminismo queer propuso un marco político que no solo busca el reconocimiento, sino también la transformación social. Por su parte, Joserra Landa abordó la relación entre el sexo biológico y el cerebro desde una óptica científica pero accesible.

Estas aportaciones invitaron a cuestionar las categorías que muchas veces damos por sentadas. ¿Qué entendemos por “identidad de género”? ¿Cómo se cruza con la cultura, el lenguaje, la familia o la biología? Las respuestas no fueron cerradas, pero la riqueza de miradas reafirmó la complejidad del tema.

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La salud como eje central

La atención sanitaria a menores trans ocupó una parte importante del programa. Moderada por Jon Arcelus, la mesa sobre servicios de salud abordó las controversias en torno al uso de bloqueadores hormonales, las diferentes prácticas clínicas en Europa y la necesidad de modelos centrados en la persona.

Especialmente destacada fue la presentación de Itxaso Rica sobre la Unidad de Género de Cruces, una experiencia local que intenta combinar rigor médico con sensibilidad social. Le siguieron Joz Motmans (Bélgica) y Rosa Almirall (Catalunya), quienes compartieron buenas prácticas y dificultades de implementación. El diálogo entre profesionales de distintos contextos ofreció una visión comparativa útil y honesta, alejada de dogmas.

Tránsitos complejos: abrir espacio a la duda

Uno de los momentos más intensos del día fue, sin duda, la mesa dedicada a los cambios de dirección en los tránsitos. Con aportaciones como las de Pablo Expósito-Campos y Atilano Carcavilla, se habló abiertamente de temas como la destransición, la interrupción de tratamientos o las trayectorias no lineales. Lejos de alimentar discursos de alarma o desinformación, la mesa buscó comprender estas experiencias sin estigmatizarlas.

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Aquí también se mencionó el informe Cass del Reino Unido y su impacto en los modelos afirmativos. Rosa Almirall aportó una perspectiva crítica sobre cómo este tipo de documentos pueden usarse políticamente para frenar avances en derechos trans.

¿Es posible hablar de destransiciones sin que eso sea usado como arma contra quienes sí continúan su tránsito? ¿Cómo respetar la autonomía sin caer en simplificaciones? Preguntas difíciles, sí, pero necesarias.

Entre lo institucional y lo vivencial

Aunque el congreso tuvo un fuerte componente académico, no se olvidó de lo vivencial. Las asociaciones de familias tuvieron su espacio para compartir testimonios, emociones, miedos y certezas. También se escuchó la voz de activistas y personas trans jóvenes, cuyas historias dieron cuerpo a los conceptos debatidos en las mesas anteriores.

En un ambiente cargado de emoción, la jornada culminó con una cena amenizada por la actuación de la humorista y activista Elsa Ruiz, cerrando así el día con un toque de ligereza y comunidad.

¿Una sola narrativa posible?

A pesar del enfoque integral del congreso, algunas voces críticas podrían preguntarse si hay espacio real para el disenso dentro de estos espacios. ¿Se está escuchando lo suficiente a quienes cuestionan ciertos enfoques afirmativos? ¿Hasta qué punto las instituciones se comprometen con cambios reales, más allá del discurso? También es necesario vigilar que las asociaciones no queden atrapadas en una lógica institucional que diluya sus raíces activistas y su capacidad de denuncia.

Plantear estas preguntas no implica deslegitimar el congreso, sino fortalecerlo. Porque un espacio verdaderamente inclusivo debe poder contener también las tensiones, sin temor a la contradicción.

Un camino que apenas empieza

El I Congreso Internacional Naizen ha sido, sin duda, un hito. No solo por la calidad de sus ponencias o el nivel de sus participantes, sino por la intención de fondo: crear puentes, abrir preguntas, y sobre todo, poner en el centro a les niñes y adolescentes trans.

Comprender no es tener todas las respuestas. Acompañar no es guiar, sino caminar al lado. El congreso no zanjó el debate, pero ofreció herramientas y miradas para encararlo con respeto, empatía y conocimiento.

El futuro sigue abierto. Y depende de todes nosotres.

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Julian L.
Julian L.https://revistarainbow.com
Soy periodista porque creo que las noticias deben abrazar a quien nunca tuvo voz. Vivo entre titulares, manifestaciones y cafés compartidos. Me inspiro en Pedro Lemebel, y sueño con haberle entrevistado en otra vida. Mi pluma intenta contar el mundo como podría ser, no solo como es. Dato curioso: Mi récord personal son 12 cafés en un solo día cubriendo el Orgullo… y aquí sigo, vivito y coleando.

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