Ser aliadx no es una medalla que te cuelgas una vez y ya está. Es una práctica constante, una actitud de apoyo y escucha activa hacia las personas del colectivo LGTBIQ+. Y sí, a veces te vas a equivocar, pero lo importante es aprender, rectificar y seguir caminando juntxs.
En este artículo vamos a explorar cómo ser unx aliadx real, no solo de boquilla. Vamos a hablar sin rodeos, con los pies en la tierra y el corazón en la causa. Porque apoyar a la diversidad no debería ser una moda, sino una forma de estar en el mundo.
¿Qué significa ser aliadx?
Unx aliadx es una persona que, sin formar parte del colectivo LGTBIQ+, se posiciona a su favor. ¿Cómo? Educándose, señalando la discriminación, creando espacios seguros y, sobre todo, escuchando. No se trata de hablar por encima, sino de usar tu privilegio para amplificar voces, no para taparlas.
Ser aliadx es más que colgar la bandera en el balcón en el mes del Orgullo. Es preguntarte: ¿qué hago en mi día a día para que las personas LGTBIQ+ vivan mejor, más libres y más seguras?
Consejos para ser unx aliadx de verdad
Aquí van algunas ideas para empezar o reforzar tu camino como aliadx. No es una lista cerrada ni perfecta, pero puede ayudarte a no quedarte en lo superficial.
1. Escucha más de lo que hablas
No necesitas tener todas las respuestas. De hecho, es mejor que no las tengas. Escuchar experiencias reales con humildad es una de las herramientas más poderosas. Pregunta si no sabes algo, pero no esperes que te eduquen gratis. Hay mil recursos disponibles, úsalos.
2. Cuida tu lenguaje
Las palabras importan. Usar nombres y pronombres correctos, evitar comentarios ofensivos o chistes fuera de lugar, y practicar el lenguaje inclusivo son gestos que marcan la diferencia. Y si metes la pata, pide perdón. Sin excusas.
3. Señala la discriminación (aunque incomode)
Si alguien hace un comentario homófobo, transfóbico o sexista en tu entorno, no mires hacia otro lado. Tu silencio también es un mensaje. Y sí, a veces cuesta, pero el silencio duele más cuando lo reciben quienes viven esa violencia todos los días.
4. Apoya con acciones concretas
Sigue a creadorxs de contenido LGTBIQ+, compra en negocios del colectivo, dona a asociaciones que luchan por los derechos humanos, acude a manifestaciones. No todo es dar “likes”. A veces, lo que se necesita es presencia real.
5. Revisa tus propios prejuicios
Incluso con la mejor intención, puedes tener ideas o actitudes que perpetúan la discriminación. No te castigues por ello, pero tampoco lo ignores. Desaprender lleva tiempo, y nadie nace sabiendo.
No todo es blanco o negro
Aunque la figura del aliadx es fundamental, también hay voces críticas dentro del colectivo. ¿Qué pasa cuando una persona cishetero se posiciona como aliadx solo por interés personal? ¿O cuando se da más visibilidad a aliadxs que al propio colectivo? A veces, el protagonismo se desplaza, y eso también hay que cuestionarlo. ¿De quién es la voz que estamos amplificando realmente? ¿Apoyar significa hablar por, o hablar con?
Dudas frecuentes que puedes tener (y que está bien tener)
- ¿Y si me equivoco usando un pronombre? Corrige y sigue. Lo importante es la intención y el esfuerzo por mejorar.
- ¿Puedo usar el término “queer” aunque no lo sea? Depende del contexto. Escucha lo que dicen quienes se identifican como tal. No todo vale siempre.
- ¿Ser aliadx significa estar de acuerdo con todo lo que diga cualquier persona LGTBIQ+? No. Ser aliadx no te obliga a coincidir en todo, pero sí a respetar y no invalidar experiencias ajenas.
¿Y si el mundo fuese más aliadx?
Imagina colegios donde no se burlan de un niñe por cómo se viste. Oficinas donde no hace falta esconder con quién compartes tu vida. Calles donde besar a tu pareja no implique mirar atrás por si acaso. Ser aliadx no cambia el mundo de golpe, pero sí ayuda a construir ese futuro.
Y si alguna vez dudas sobre qué hacer o decir, recuerda: tu papel no es brillar, sino sostener. No necesitas ser la estrella, sino la mano que acompaña.
Un compromiso que no se acaba
La alianza real no tiene fecha de caducidad. No es una “fase”, ni un “tema de moda”. Ser aliadx implica compromiso, empatía y, a veces, incomodidad. Pero también implica esperanza. Porque un mundo más justo no es una utopía, es una meta que se construye con acciones pequeñas, cotidianas y colectivas.
Quizá no siempre sepas por dónde empezar, pero si estás leyendo esto, ya estás dando el primer paso. El resto… es caminar juntxs.
