En el corazón de Long Island City acaba de abrir sus puertas Ace’s Place, el primer refugio de Estados Unidos diseñado exclusivamente para acoger a personas trans y de género no binario que viven en situación de sinhogarismo. Con capacidad para 150 residentes, el centro nace como una respuesta directa a una realidad que, durante demasiado tiempo, ha sido invisibilizada.
Una iniciativa con raíces comunitarias
El proyecto ha sido impulsado por la organización LGTBIQ+ Destination Tomorrow, en colaboración con los Servicios Sociales de Nueva York. Para su director ejecutivo, Sean Ebony Coleman, esta apertura es más que un simple recurso habitacional:
“Ace’s Place es una respuesta comunitaria a la negligencia sistemática. Queremos que cientos de personas trans y no conformes con el género tengan acceso a servicios que les permitan conseguir una vivienda y alcanzar independencia económica”.
Desde el gobierno local, la comisionada de Servicios Sociales, Molly Warsow, subrayó el valor histórico de la apertura:
“Este anuncio refuerza nuestro compromiso con la seguridad y el bienestar de les neoyorquines trans, especialmente en un momento en que sus derechos están siendo cuestionados”.
Más que un techo: servicios para una vida digna
Ace’s Place no se limita a ofrecer alojamiento temporal. Entre sus servicios destacan:
- Acompañamiento y gestión de casos personalizados.
- Asesoramiento psicológico individual y grupal.
- Planificación para la permanencia en vivienda estable.
- Derivación a servicios médicos y de salud mental.
- Grupos de apoyo comunitario.
- Orientación laboral y apoyo académico.
- Talleres sobre vida independiente y educación financiera.
El objetivo no es solo cubrir una necesidad urgente, sino también dotar a las personas usuarias de herramientas para construir un futuro estable.
Una realidad que sigue siendo alarmante
Los datos hablan por sí solos. Según un estudio de The Trevor Project (2022), el sinhogarismo afecta de manera desproporcionada a este sector de la comunidad LGTBIQ+: el 38% de mujeres trans, el 39% de hombres trans y el 35% de jóvenes no binarios han pasado por una situación de falta de vivienda o inestabilidad habitacional, frente al 23% de personas cis del colectivo.
Y aunque el refugio es un avance importante, muchas preguntas siguen abiertas. ¿Será suficiente para cubrir la demanda creciente? ¿Qué pasará si las políticas estatales o federales se tornan aún más restrictivas hacia la población trans?
En un contexto político donde ciertos sectores, como el liderado por Donald Trump, promueven medidas transfóbicas, la apertura de Ace’s Place se percibe como un acto de resistencia y de esperanza. Una señal de que, incluso en tiempos difíciles, es posible construir espacios seguros para quienes más lo necesitan.