El parlamento valenciano, Les Corts Valencianes, ha aprobado recientemente un nuevo reglamento que ha generado una fuerte controversia. La medida, impulsada por el Partido Popular (PP) y Vox, no solo reestructura el funcionamiento interno de la cámara, sino que también elimina la Comisión parlamentaria de derechos LGTBI y proscribe el uso del lenguaje inclusivo en sus publicaciones oficiales.
Para le lectore que nos sigue, es importante entender que esta decisión no es un mero cambio burocrático, sino que afecta directamente a cómo se abordan las políticas de diversidad y reconocimiento en la Comunitat Valenciana.
Integración o invisibilización: el destino de la comisión LGTBIQ+
Una de las modificaciones más destacadas es la desaparición de la comisión específica de derechos LGTBI. A partir de ahora, las cuestiones relativas a la comunidad LGTBIQ+ se integrarán en la Comisión de Familia.
Desde el grupo parlamentario Vox se argumenta que eliminar las «comisiones con nombre y apellidos» busca evitar lo que consideran «privilegios» para unos colectivos y el «desprecio u olvido para los demás.» Su síndic, José María Llanos, defendió la nueva norma como algo basado en el «sentido común».
Sin embargo, para la comunidad y les defensores de los derechos humanos, la pregunta es ineludible: ¿Supone esta integración una dilución de las prioridades y una invisibilización de las necesidades específicas del colectivo LGTBIQ+? La preocupación de les activistas y grupos de la oposición radica en que un espacio dedicado, pensado para la discusión y el impulso de políticas concretas, pierda su foco y relevancia al quedar subsumido en una estructura más amplia.
El lenguaje bajo la lupa: La RAE como única guía
Otra arista crucial de la reforma se centra en el lenguaje. El nuevo reglamento de Les Corts establece que las publicaciones oficiales de la cámara deberán regirse por las recomendaciones de la Real Academia Española (RAE), lo que implica el cese del uso del lenguaje inclusivo. El argumento es que el masculino gramatical «ya incluye a todes por ser no marcado».
Esta medida plantea un debate que va más allá de la gramática. Para muches, el lenguaje inclusivo es una herramienta política y social fundamental para nombrar y visibilizar a mujeres y a identidades no binarias, que históricamente han sido marginadas o subsumidas bajo el masculino genérico. Al eliminarlo, ¿se está enviando un mensaje sobre la prioridad de la inclusión en el ámbito político valenciano?
La reforma elimina, además de la LGTBI, otras comisiones:
- Asuntos Europeos.
- Derechos Humanos.
- Participación Ciudadana.
Las implicaciones presupuestarias y el procedimiento «fascista»
La reforma del reglamento también ha tocado aspectos económicos, abriendo la puerta a posibles recortes en órganos estatutarios de relevancia, como la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). El texto modificado permite a los grupos parlamentarios, mediante enmiendas parciales, realizar cambios en la cuantía destinada a estos organismos en el proyecto de presupuestos de la Generalitat.
Pero, más allá del fondo, el proceso de aprobación ha sido el foco de intensas críticas. La propuesta fue tramitada por el procedimiento de lectura única, un mecanismo que acelera su adopción, pero que impide que la oposición presente enmiendas y evita su paso por la Comisión de Reglamento.
Les grupos de la oposición, el PSPV y Compromís, han calificado esta forma de proceder como «fascista» por limitar el debate y pisotear los derechos de la oposición a contribuir. Han anunciado que llevarán el cambio normativo ante el Tribunal Constitucional por lo que consideran una «vulneración de derechos fundamentales». El síndic socialista, José Muñoz, reprochó la falta de diálogo prometida por el president de la Generalitat, Juan Francisco Pérez Llorca, mientras que la portavoz adjunta de Compromís, Isaura Navarro, lamentó el retroceso en derechos, especialmente para las mujeres y el colectivo LGTBIQ+.
Desde el PP y Vox, se defienden los cambios como una adaptación a lo que «reclama el pueblo valenciano,» rechazando las acusaciones de la izquierda como «feminismo de pandereta».
A modo de reflexión
Estos movimientos en Les Corts Valencianes nos invitan a reflexionar: ¿Qué mensaje envía un parlamento cuando decide desmantelar las estructuras dedicadas a la diversidad y la inclusión? ¿Es suficiente con integrar un tema en una comisión más amplia, o se corre el riesgo de minimizar su importancia real? ¿Puede el «sentido común» justificar una reforma que limita el debate democrático y levanta sospechas de retroceso en derechos? Leemos tus pensamientos en los comentarios.
