Instagram lo ha hecho oficial: desde 2025, ya es posible repostear contenido directamente en tu perfil, sin apps externas, sin capturas, sin atajos. Esta función tan esperada —y también debatida— marca un antes y un después en cómo usamos la plataforma, especialmente en comunidades como la LGTBIQ+, donde amplificar voces es parte del día a día.
Hasta ahora, compartir contenido ajeno era una especie de “trampa legal”: podías subirlo a tus stories durante 24 horas, o usar apps externas que clonaban el contenido. Pero con la llegada de “Repost”, Instagram da un paso hacia una experiencia más integrada… y, quién sabe, quizás también más caótica.
¿Qué es exactamente “Repost” y cómo funciona?
Lo primero que hay que aclarar es que esta nueva función no tiene nada que ver con las stories. El botón de “Repost” sirve para volver a publicar contenido del feed o Reels de otra cuenta, directamente en tu perfil, y de forma permanente.
Ese contenido no aparece mezclado con tus publicaciones, sino en una pestaña nueva llamada «Reposts», visible públicamente. Funciona de forma similar a los tuits retuiteados o las canciones que añades a tus playlists: no son tuyas, pero las estás compartiendo porque te representan… o porque te interesa mostrarlas.
No puedes editar el contenido original, pero sí puedes añadir un comentario opcional que aparece justo encima del post, ofreciendo contexto o simplemente una reacción. El algoritmo también considera estos reposts como actividad activa, lo que podría influir en tu alcance e interacción.
¿Por qué Instagram ha tardado tanto?
La función de repostear parece tan básica que cuesta creer que no existiera antes, pero tiene sentido. Instagram siempre ha sido una red enfocada en lo visual, en lo personal, en lo propio. Fomentar la autoría, la originalidad, la “vida perfecta”.
Permitir que compartas contenido ajeno en tu perfil suponía, en cierto modo, romper ese equilibrio.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Instagram ya no es solo un escaparate de vida personal, sino un espacio donde se construyen redes, se amplifican causas, se descubren artistas, se informa, se denuncia.
Y en ese nuevo ecosistema, el Repost encaja. No se trata solo de replicar lo que otres dicen, sino de mostrar con qué te identificas, qué apoyas o qué te inspira.
¿Qué significa esto para la comunidad LGTBIQ+?
Para quienes formamos parte de la comunidad LGTBIQ+, esta actualización llega como una herramienta potente de visibilidad colectiva. El activismo digital, el arte queer, la memoria histórica, las denuncias o incluso el humor disidente se comparten constantemente. Pero hacerlo con una captura de pantalla o un story efímero era limitado.
Ahora, se abre la posibilidad de crear un perfil que no solo hable de ti, sino también de a quién eliges amplificar. Tus reposts pueden ser una declaración de principios.
Además, les creadores más pequeñes o de nicho tienen más oportunidades de que su contenido circule y llegue a nuevas audiencias sin que se pierda la autoría.
Una drag emergente, un proyecto colectivo trans, un meme lesbofeminista, un reel sobre VIH sin estigmas… todo puede ganar relevancia si alguien con una red más grande lo repostea.
Ventajas principales de la nueva función
✅ Amplificación sin apropiación
Al estar vinculada directamente con la cuenta original, no hay pérdida de crédito. Quien creó el contenido sigue recibiendo el reconocimiento y la visibilidad.
✅ Perfil más colaborativo
Ahora puedes construir una identidad digital que no se limite a lo que tú creas, sino también a lo que te conmueve, te importa o quieres apoyar.
✅ Dinamismo sin saturación
No siempre tenemos contenido propio para subir. El Repost te permite mantener actividad sin crear constantemente.
✅ Herramienta para la curaduría social
Cuentas con mirada política, artística o pedagógica pueden usar el repost como forma de selección cuidadosa de lo que merece ser visto.
¿Y los riesgos?
La nueva función también plantea desafíos. El primero, y quizás más delicado, es el de los límites del consentimiento. ¿Basta con que una publicación sea pública para que todes podamos replicarla?
Aunque Instagram solo permite repostear cuentas públicas, eso no significa que la persona detrás del contenido quiera que su publicación circule sin contexto. Especialmente si se trata de contenido emocional, sensible o vinculado a experiencias personales.
También está el problema del aprovechamiento de contenido por parte de marcas o influencers, que podrían repostear material activista o artístico sin ofrecer colaboración real ni compensación.
Y, como siempre que se introduce una nueva herramienta, hay que estar atentes a cómo los algoritmos priorizan ciertos reposts frente a otros. ¿Será más probable que se vea el repost de una cuenta con miles de seguidores que el contenido original de alguien sin visibilidad?