En un momento en el que la LGTBIfobia no solo no retrocede, sino que en algunos casos crece, contar con recursos que acompañen, orienten y protejan es más importante que nunca. El servicio 028 Arcoíris, impulsado por el Ministerio de Igualdad, es uno de ellos. Y sus cifras hablan por sí solas: desde que comenzó a funcionar en julio de 2023, ha realizado 23.523 atenciones.
Un aumento notable en su segundo año
El balance oficial, actualizado a 27 de julio de 2025, muestra un crecimiento claro. Solo en el segundo año (julio 2024 – julio 2025) se han registrado 13.202 atenciones, un 37,3% más que en su primer año, cuando fueron 9.614.
La mayoría de contactos llegan por vía telefónica (19.697 llamadas), pero también hay espacio para quienes prefieren otros canales: 2.458 consultas por chat y 1.368 por correo electrónico.
¿Para qué se usa más?
Los motivos de consulta son tan diversos como la propia comunidad LGTBIQ+:
- Apoyo psicológico ante situaciones de vulnerabilidad o crisis emocional.
- Violencia en parejas del mismo género.
- Asesoramiento sobre derechos y prestaciones.
- Delitos de odio y discriminación.
- Asistencia y orientación legal.
Cada llamada, cada mensaje, es un recordatorio de que las realidades LGTBIQ+ siguen enfrentando barreras y ataques, y que es necesario un acompañamiento constante.
Ver esta publicación en Instagram
Un servicio siempre disponible
El 028 funciona las 24 horas del día, los 365 días del año, en todo el territorio nacional. Es gratuito, anónimo, confidencial y accesible en diez idiomas. En casos urgentes, el servicio tiene protocolos para derivar llamadas directamente al 112, así como acuerdos de coordinación con recursos similares en Aragón y Galicia.
Detrás de cada atención hay un equipo especializado: coordinadores, psicólogxs, trabajadorxs sociales, asesorxs legales y personal dedicado a formación, calidad y análisis de datos. No es solo un teléfono: es una red humana que escucha, orienta y actúa.
El contexto: un repunte preocupante
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha sido clara: los delitos contra las personas LGTBI han aumentado alrededor de un 13% en el último año. Un dato que preocupa y que refuerza la necesidad de contar con servicios como el 028.
En sus palabras, “para incorporar la diversidad a la sociedad desde el respeto, son imprescindibles recursos que garanticen y aseguren derechos frente a la ola reaccionaria global”.
También ha lanzado un mensaje a los medios de comunicación: del mismo modo que ocurre con el 016 en casos de violencia de género, incluir el 028 en informaciones sobre agresiones o discriminaciones LGTBIQ+ puede marcar la diferencia entre el silencio y el acceso a la ayuda.
Las cifras y declaraciones oficiales confirman que el 028 no es solo un teléfono, sino un símbolo de resistencia y apoyo. La pregunta es: ¿seremos capaces, como sociedad, de llegar a un punto en el que este servicio sea menos necesario porque la LGTBIfobia haya dejado de ser una amenaza?
Mientras tanto, la línea sigue abierta. Porque no siempre se puede esperar. Porque cada minuto importa.