Cuando cae la tarde en Cádiz, algo mágico sucede en lo alto del Daia Slow Beach Hotel Conil. Tavira Rooftop Bar se ha convertido en mucho más que un bar con vistas. Es una experiencia para saborear con todos los sentidos.
El arte de mezclar sabores, emociones y paisaje
No hay dos puestas de sol iguales en Conil. Y si algo saben les visitantes que se acercan cada tarde a Tavira, es que aquí los colores del cielo se funden con los sabores de una mixología con carácter propio. Dirigido creativamente por Diego Cabrera, uno de los nombres más destacados de la coctelería internacional, Tavira ofrece una carta que mezcla tradición gaditana y vanguardia líquida.
Cada cóctel está pensado para evocar una sensación, un recuerdo, una historia. Ingredientes frescos, referencias al entorno andaluz y una presentación exquisita hacen que cada trago sea una experiencia completa. No solo se bebe, se contempla y se siente.
Un mirador hacia el Atlántico (y hacia el disfrute sin prisas)
Ubicado en una azotea con piscina infinita y panorámicas del océano, Tavira Rooftop Bar se ha convertido en un pequeño santuario para quienes buscan saborear la vida en modo slow. Aquí el tiempo parece detenerse. Las conversaciones fluyen sin prisa, mientras suena música en vivo y la brisa marina acaricia la piel.
La programación musical varía cada semana: desde acústicos íntimos hasta sesiones con sabor a soul, jazz, flamenco o pop. Siempre en sintonía con el ambiente del momento. Siempre con ese punto de sorpresa que convierte cada visita en algo distinto.
Diego Cabrera: cócteles con sentido y sensibilidad
La firma de Diego Cabrera se nota en cada detalle. Conocido por su enfoque innovador y por haber ganado el premio Mitcher’s Art of Hospitality, Cabrera ha diseñado una carta que habla en clave de reinterpretaciones y creatividad local. Hay homenajes a clásicos y propuestas totalmente nuevas, con inspiración costera, guiños a la tierra y a la gente que la habita.
No es solo lo que se sirve en el vaso, sino cómo se cuenta la historia detrás de cada trago.
Cerámica con alma: el toque final de María Monasterio
Uno de los aspectos más originales de la experiencia Tavira es su apuesta por unir coctelería y artesanía. Algunas bebidas se presentan en piezas de cerámica únicas, diseñadas por María Monasterio Ceramic Studio. Cada vaso, cada cuenco, ha sido creado a mano y refleja el arte, la textura y el carácter del sur.
Esta colaboración no es solo estética. También es un homenaje a la cultura local y a la idea de que los detalles importan. Beber en una pieza hecha con cariño cambia la forma en que conectamos con lo que tenemos entre manos.