Te proponemos un verano, sin filtros pero con SPF 50+ para tu pelo, piel y también el “coco”. Amiga, el verano ya está aquí y tú lo sabes. Llega el calorcito, los besos con sabor a mojito, los chapuzones en calas escondidas y las risas bajo cielos llenos de estrellas. Pero entre tanta emoción arcoíris, tu piel y tu pelo también tienen algo que decir (spoiler: ¡socorro!)
Y, por supuesto, tu mente también merece su ratito de gloria más allá del doomscrolling de Instagram.
Así que abre el neceser, el cuaderno de pasatiempos y el corazón: aquí va tu guía de autocuidado lésbico estival para brillar como una diosa (pero sin derretirte en el intento).
Piel queer-friendly: protegida, hidratada y con glow real
Protégete como proteges a tus amigas del ex tóxicx. Sí, el protector solar es tu mejor aliado. SPF 30 mínimo, mejor 50. Reaplica cada dos horas y no solo en la playa. Incluso viendo series con tu crush en la terraza, el sol pega fuerte.
Y después de un baño de sol, tu aliado es el aftersun, échalo sobre tu piel como un lubricante emocional. Te calma, te repara y huele que flipas. Aplícalo después del sol y, si tiene aloe vera, mejor.
Una forma de refrescarte cuando no puedes darte un chapuzón, ni puedes tomar una cerveza fresquita es utilizar una bruma facial everywhere. Refréscate con una bruma facial como si fueras Beyoncé en pleno concierto. Sirve en la montaña, en la piscina y también cuando te asfixias esperando al bus sin sombra.
Como idea, te recomendamos que en la neverita, al lado del tupper de ensaladilla, mete un frasquito de agua de rosas o tónico facial. ¡Revivirás!
Pelo queer, libre y con amor propio (y mascarilla)
Tu pelo es tu bandera. Trátalo como tal. Sol, cloro, sal y viento pueden dejarlo más seco que una conversación con tu ex. Usa champús sin sulfatos y mascarillas nutritivas una vez por semana. Hazlo en grupo: mascarillas en la casa rural + cotilleo = planazo.
Una cosa importante: ¡No tengas miedo al sombrero! Además de sexy, protege de una “buena” insolación y del dolor de cabeza. Una gorra estilo tomboy, un pañuelo vintage o una pamela a lo lesbiana de cine francés, tú decides el mood.
Ondas playeras sí, estropajo no. Sprays con sal marina, sí porque es natural. Pero ojo: después, hidrata tu pelo correctamente, que no todo lo que brilla es glitter, a veces es frizz.
Os proponemos también tener un cerebro orgulloso: sudokus, haikus y cucigramas
¿Quién dijo que las vacaciones eran solo para tostarse al sol o hacer esa ruta fantástica? Aquí la prueba de que puedes cultivar tu mente… ¡y pasártelo genial!
Coge tu mejor libro de Sudokus bajo la sombrilla, es un plan perfecto para esos ratos entre baño y baño o mientras esperas a que alguien te traiga el helado. Nivel fácil, medio o el modo “soy un cerebro con chanclas”.
Tamién puedes hacer Haikus con hielo en la copa, escribe haikus en una servilleta mientras tus amigxs se echan siesta o en la cima de una montaña. Tres versos, cinco-siete-cinco sílabas. Y si no rima, da igual. El arte queer no tiene reglas.
Sombra en mi espalda /
una risa compartida /
piel que no se olvida.
Recurre a los clásicos como son los Cucigramas al atardecer. ¿Cucigramas? Sí, los crucigramas más cuquis, hechos por y para nosotrxs. Palabras como “activista”, “mariliendre”, “visibilidad”, “beso”, “birra” o “bollodrama” están permitidas.
Crea una libreta de verano con tus amigxs. Un día sudoku, otro haiku, otro dibujo, otro recuerdo. Luego lo encuadernáis con washi tape y amor.
En la playa, el campo o la montaña: tú eliges el escenario, tú escribes la historia. En la playa: pelo con ondas, bruma facial y sudokus mientras suena Bad Gyal o María Pelae. En la montaña: picnic lésbico, sombrero de exploradora queer, haikus entre pinos y risas en voz baja. En el camping: cucigramas con linterna, historias contadas bajo la luna y mascarillas con olor a mango. En casa (que también es plan): sesión spa con tus compis, lectura de manifiestos queer y karaoke en chanclas.
El autocuidado no tiene que ser perfecto, solo tiene que ser tuyo, por eso este verano, cuídate como cuidas a tus amigxs: con paciencia, risas y muchas cremas. No necesitas una rutina de 10 pasos para sentirte bien, pero sí un rato para ti. Entre el glow de la piel, el brillo del pelo y la luz de tus pensamientos, vas a ser una estrella fugaz con sentido del humor y cabeza amueblada.
Nos vemos en la playa, en la cima o en el sudoku de la página 12.
¡Feliz verano, belleza diversa!