Una decisión histórica del Tribunal Supremo abre paso al reconocimiento oficial de identidades no binarias en la isla
Puerto Rico acaba de dar un paso que muches consideran imprescindible y, para otres, largamente esperado: a partir de ahora, las personas no binarias podrán reflejar su identidad en sus actas de nacimiento mediante la opción “X” como marcador de género. Así lo dictaminó el Tribunal Supremo del país, en una resolución celebrada por activistas y defensores de derechos humanos como un avance “histórico” en la lucha por la igualdad.
No se trata solo de un cambio administrativo. Este fallo simboliza un reconocimiento legal y social hacia quienes, durante décadas, han vivido fuera de los márgenes del binarismo impuesto por el sistema. Reconocer legalmente que no todes se identifican como hombre o mujer no solo valida su existencia, sino que también permite acceder con mayor dignidad a derechos básicos, como el empleo, la salud o la educación.
¿Qué dice exactamente el fallo?
El caso llegó al Tribunal tras una demanda interpuesta por seis personas no binarias contra la gobernadora Jenniffer González Colón, el secretario de Salud y otras figuras del gobierno. Estas personas exigían algo tan esencial como ser reconocidas en sus propios documentos de identidad.
A partir de esta sentencia, quienes no se identifican dentro del binario masculino/femenino podrán solicitar que en su acta de nacimiento figure la opción “X” en el apartado de género. Esto alinea a Puerto Rico con una tendencia cada vez más extendida en algunos estados de EE. UU. y otras partes del mundo.
Pedro Julio Serrano, activista de larga trayectoria y presidente de la Federación LGTBIQ+ de Puerto Rico, no dudó en calificar la medida como una victoria. “Reconoce la existencia y dignidad de las personas no binarias, que por demasiado tiempo han sido invisibilizadas por el sistema”, afirmó en declaraciones recogidas por medios locales.
Una implementación que aún genera dudas
La gobernadora González Colón ha indicado que su administración está a la espera de las recomendaciones del Departamento de Justicia para proceder con la implementación. “Vamos a analizar cuidadosamente las implicaciones legales y operacionales de esta decisión”, declaró.
Aunque la voluntad política puede parecer favorable, lo cierto es que los detalles prácticos aún están por definirse: ¿cuándo se podrá solicitar el cambio? ¿Qué requisitos habrá? ¿Están los sistemas digitales y el personal capacitado para implementar este cambio sin poner trabas?
Estas preguntas siguen sin una respuesta clara.
Un camino que no comenzó ayer
Este nuevo hito llega siete años después de que un tribunal federal en Estados Unidos ordenara a Puerto Rico permitir a las personas trans modificar el género en sus actas de nacimiento. Aquella sentencia fue clave, y el fallo actual parece extender esa misma lógica de derechos a identidades de género no binarias.
Colectivos de derechos civiles y organizaciones LGTBIQ+ destacan que la isla se sitúa ahora a la vanguardia del reconocimiento de identidades diversas dentro de los territorios estadounidenses. Pero también advierten que aún hay obstáculos importantes: falta de protección legal contra la discriminación, dificultades para acceder a servicios básicos y un sistema educativo que todavía arrastra prejuicios estructurales.
¿Un avance real o un gesto simbólico?
Aunque el fallo representa un paso adelante, también deja abiertas ciertas inquietudes. ¿Qué pasará si la implementación se retrasa o se convierte en una carrera de obstáculos burocráticos? ¿Está el aparato estatal verdaderamente comprometido con la inclusión o simplemente cumple un mandato judicial?
Además, no todas las voces dentro de la sociedad puertorriqueña ven este cambio con buenos ojos. Sectores conservadores ya han mostrado su desacuerdo, y no es descartable que surjan intentos por revertir o bloquear su aplicación. También hay quienes critican que la opción “X” sigue siendo una categoría ambigua, que no reconoce por completo la riqueza de identidades posibles. ¿Es suficiente con un marcador genérico?
El fallo del Tribunal Supremo de Puerto Rico marca un hito para el reconocimiento legal de las personas no binarias. Pero queda claro que el papel no basta: el verdadero desafío es transformar esa decisión en políticas efectivas, accesibles y sin discriminación. En este proceso, será clave que el gobierno escuche a la comunidad LGTBIQ+ y actúe con responsabilidad y empatía. Porque reconocer una identidad no es solo cambiar una letra. Es validar una vida.
