sábado, junio 14, 2025

“Mi padre me rechaza por ser gay”: ¿Qué puedo hacer?

📝 Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva de quien lo firma y no reflejan necesariamente la postura de Revista Rainbow. Asimismo, Revista Rainbow no se hace responsable del contenido de las imágenes o materiales gráficos aportados por les autores, colaboradores o colaboradoras.

Publicidad

Una realidad silenciada: el rechazo familiar por orientación sexual

Salir del armario nunca es un acto sencillo. Para muches, representa un momento de liberación, pero también de vulnerabilidad. Y cuando esa declaración de identidad es recibida con rechazo —especialmente por un padre o una figura parental significativa—, el golpe puede dejar cicatrices difíciles de sanar. No estamos hablando solo de una diferencia de opiniones. Hablamos de una herida emocional que puede influir en el autoestima, en la percepción del amor, y en la manera de relacionarnos con nosotres mismes y con el mundo.

Afrontar el rechazo de un padre por ser gay (o por cualquier orientación dentro del colectivo LGTBIQ+) es una experiencia profundamente dolorosa, pero lamentablemente, no es inusual. Este artículo pretende ofrecerte herramientas, perspectivas y sobre todo, un espacio de acompañamiento para navegar ese laberinto emocional. No hay respuestas mágicas, pero sí hay caminos posibles.

¿Por qué me rechaza mi padre?

La primera pregunta que suele surgir es “¿por qué?”. ¿Por qué una persona que me ha visto crecer, que me ha cuidado, puede rechazar una parte tan esencial de quien soy?

Publicidad

No existe una única respuesta. Algunas veces, el rechazo viene del miedo: miedo a lo desconocido, al “qué dirán”, a perder control o romper con los valores que esa persona aprendió. En otras ocasiones, se trata de ignorancia o desinformación. Existen padres que, a pesar de amar profundamente a sus hijes, no saben cómo lidiar con una realidad que les supera emocional o culturalmente.

Es importante entender que ninguna de estas razones justifican el rechazo. Comprender no significa excusar. Pero sí puede ayudarnos a tomar distancia emocional y no cargar con culpas que no nos corresponden.

Cómo cuidar de ti ante el rechazo familiar

Si te encuentras en esta situación, lo primero que debes recordar es esto: tu identidad no está sujeta a aprobación. No necesitas validación externa para existir, para amar o para ser feliz. Dicho eso, aquí hay algunas sugerencias prácticas para ayudarte a transitar este proceso:

1. Rodéate de una red segura
Busca espacios donde puedas ser tú misme sin miedo. Amistades, colectivos LGTBIQ+, terapeutas, foros online. No estás sole. Encontrar a otres que han pasado por lo mismo puede ayudarte a sentirte comprendido y acompañado.

- Advertisement -

2. Establece límites saludables
Si la relación con tu padre se torna hostil o abusiva, es legítimo tomar distancia. No estás obligado a mantener una relación que te daña. A veces, protegerse también es un acto de amor propio.

3. Habla de lo que sientes
Guardar el dolor puede volverse un peso insoportable. Habla con alguien de confianza, escribe un diario, únete a un grupo de apoyo. Nombrar el dolor es el primer paso para sanarlo.

4. Educa si puedes, pero no cargues con la responsabilidad
Si sientes que hay margen para el diálogo, intenta abrir conversaciones informadas, desde el respeto y la empatía. Pero si tu padre no está en disposición de escuchar, recuerda: no está en tus manos cambiar a nadie.

- Advertisement -

¿Puede cambiar la situación con el tiempo?

La historia nos enseña que sí, a veces cambia. Hay padres que, tras un primer rechazo, reflexionan, aprenden y acaban aceptando (y celebrando) a sus hijes tal como son. El tiempo, el amor, y la educación pueden hacer mucho.

Pero también es cierto que no todes corren con esa suerte. Y ahí es donde hay que replantearse qué entendemos por “familia”. Porque familia también puede ser esa amiga que te acompaña, ese colectivo que te abraza, esa pareja que te mira con orgullo.

Reflexionar en medio del conflicto

Resulta tentador pintar una línea divisoria entre el bien y el mal, entre el progenitor que rechaza y la persona LGTBIQ+ que busca aceptación. Pero ¿qué pasa cuando esa figura también ha sido amorosa en otros aspectos de tu vida? ¿Qué ocurre cuando el rechazo no es rotundo, sino pasivo, silencioso, lleno de matices? El dolor se vuelve más complejo y confuso.

¿Hasta qué punto deberíamos esperar que nuestras familias nos acepten plenamente? ¿Y hasta qué punto aceptamos que algunas personas no están preparadas, ni emocional ni culturalmente, para hacerlo? No hay respuestas fáciles. Solo caminos que se construyen paso a paso.

El otro lado del espejo: una visión crítica

También es válido plantear una mirada más crítica al interior del propio colectivo y preguntarnos: ¿podemos caer, sin querer, en una forma de esencialismo que idealiza la familia “que acepta”? ¿Estamos creando nuevas normas que presionan a les demás a reaccionar de una manera específica? El dolor por el rechazo es real, pero también debemos permitirnos cuestionar si hay formas más flexibles de entender la reconciliación, incluso cuando no llegue nunca. Porque a veces, aceptar que no seremos aceptades también puede ser un acto de libertad.

Conclusión: tu identidad es tu hogar

Ser rechazade por tu padre por ser gay es una experiencia que golpea el alma. Pero no es el fin de tu historia. Hay otras casas posibles. Hay otras manos que sostienen. Hay otros espejos donde mirarte y verte tal como eres: valiente, digne, amable, íntegre. No le des a nadie el poder de definir tu valor. Mucho menos a quien aún no ha aprendido a amarte como mereces.

Publicidad
Publicidad

Top 5 Esta Semana

Post relacionados

Publicidad
Publicidad
Adrià Q.I
Adrià Q.I
Crecí en un pequeño pueblo costero donde ser diferente era una forma de resistencia. Hoy soy médico y activista, y lucho porque la salud respete todas las identidades. No me separo de mi termo arcoíris ni en las guardias. Sueño con un sistema donde ser trans o no binarie no sea un obstáculo. Mi mayor referente es Indya Moore. Mi receta favorita: respeto, consentimiento… y un buen playlist de R&B. Dato curioso: Tengo un tatuaje de una célula sonriente en el tobillo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Novedades