Una caricia en forma de espuma
¿Sabías que una limpiadora puede ser mucho más que un producto para quitar impurezas? En realidad, es el primer gesto de amor que le das a tu piel cada día. Sobre todo si tienes la piel seca, sensible o reactiva, elegir cómo limpiar tu rostro marca la diferencia entre un cutis equilibrado o una cara que grita “auxilio”.
En esta primera entrega de nuestra nueva sección de cosmética natural en Revista Rainbow, te traemos una receta casera y fácil para crear tu propia limpiadora facial nutritiva, suave y eficaz. Una alternativa sin tóxicos, sin etiquetas de género, sin promesas vacías… y con ingredientes que puedes pronunciar sin trabarte.
Porque sí: cuidar de ti también es una forma de resistir en un mundo que muchas veces nos ha dicho lo contrario.
¿Por qué una limpiadora natural para piel seca?
La piel seca tiene menos lípidos en su superficie, lo que significa que pierde hidratación más rápido. Muchas limpiadoras comerciales, incluso las que prometen “nutrición”, contienen tensioactivos agresivos que arrastran lo que no deben. Resultado: tirantez, rojeces, descamación y una necesidad constante de “echarte algo” después.
¿Te ha pasado alguna vez?
Lo que buscamos aquí es una limpiadora que limpie sin decapar, que respete el manto lipídico y que se sienta como una caricia. Y si además huele a calma y puede hacerse con tus propias manos, mejor que mejor.
Ingredientes clave y sus beneficios 🌱
Antes de ir al paso a paso, vamos a conocer brevemente a las estrellas de esta receta:
- Aceite de almendras dulces: Nutritivo, suavizante y apto incluso para pieles ultra sensibles. Rico en ácidos grasos esenciales, ideal para restaurar la barrera cutánea.
- Agua de rosas (hidrolato): Refrescante, calmante y ligeramente astringente. Ayuda a tonificar sin resecar y deja una fragancia delicada.
- Gel de aloe vera puro: Hidratante, antiinflamatorio y regenerador. Un clásico que nunca falla, sobre todo en pieles secas o reactivas.
- Emulsionante natural (tipo cera número 3 o lecitina de soja): Necesario para unir la fase acuosa y oleosa. Hay muchas opciones eco disponibles.
- Conservante natural (opcional pero recomendado): Como el leucidal, que es vegano y apto para cosmética casera. Sin conservante, tendrás que mantenerla en la nevera y usarla en una semana.
- Aceite esencial de lavanda (opcional): Solo unas gotas. Aporta propiedades calmantes y un aroma relajante. Si no te va la lavanda, puedes omitirlo sin problema.
Receta: Limpiadora facial nutritiva para piel seca
Cantidad aproximada: 100 ml
Duración: 7 días en nevera sin conservante / 3 meses con conservante natural
🧴 Ingredientes:
- 30 ml de aceite de almendras dulces
- 50 ml de agua de rosas
- 10 ml de gel de aloe vera
- 5 g de emulsionante natural
- 0,5 g de conservante natural (opcional)
- 3 gotas de aceite esencial de lavanda (opcional)
🧪 Utensilios:
- Un recipiente resistente al calor
- Un mini batidor o batidora pequeña
- Un frasco limpio y desinfectado (preferiblemente de cristal ámbar)
- Cucharilla o báscula de precisión
Paso a paso 🧼
-
Prepara tu espacio: Lava bien tus manos y desinfecta todos los utensilios. Parece una obviedad, pero la cosmética casera es delicada: si entra una bacteria indeseada, se convierte en el hogar perfecto para que se reproduzca.
-
Funde el emulsionante: En un recipiente al baño maría, mezcla el aceite de almendras con el emulsionante. Calienta suavemente hasta que la cera esté totalmente disuelta. No te pases con la temperatura: calidez sí, ebullición no.
- Advertisement - -
Tempera la fase acuosa: En otro recipiente, calienta ligeramente el agua de rosas y el gel de aloe. La idea es que estén a una temperatura similar a la fase oleosa, para que la emulsión no se corte.
-
Une ambas fases: Vierte la parte acuosa sobre la oleosa mientras bates con energía. Si usas batidora, hazlo con cuidado para no introducir mucho aire. En pocos minutos verás cómo se transforma en una crema fluida y homogénea.
-
Añade extras: Cuando la mezcla esté tibia (nunca caliente), incorpora el conservante y las gotas de aceite esencial si has decidido usarlos. Mezcla bien.
-
Envasa y etiqueta: Vierte la limpiadora en un frasco limpio, etiqueta con la fecha de elaboración y guárdalo en un lugar fresco. Si no has usado conservante, mantenla en la nevera y úsala en una semana.
¿Cómo se usa esta limpiadora?
Muy fácil. Aplica una pequeña cantidad sobre el rostro seco o ligeramente húmedo, masajea con movimientos circulares suaves, y retira con agua templada o con una muselina humedecida. Puedes usarla tanto por la mañana como por la noche. Pero escucha a tu piel: a veces con una sola limpieza diaria basta.
¿Y si no me funciona?
No existe una receta universal que sirva para todes. Lo que a ti te nutre, a otra persona le puede resultar pesado. La cosmética natural también es un proceso de escucha, de ensayo y de pequeños errores que nos enseñan a conocernos mejor.
¿Y si esta no es tu receta? Entonces ya tienes una base sobre la que probar. Puedes cambiar el aceite vegetal, usar otro hidrolato, ajustar las proporciones… Porque al final, nadie conoce tu piel mejor que tú.
¿Es esta limpiadora apta para pieles mixtas o grasas?
No exactamente. Aunque se puede adaptar, esta fórmula está pensada para necesidades de nutrición y reparación. Pero no te preocupes: en futuras entregas vendrán recetas para todo tipo de pieles. ¡Prometido!
Cuidarse también es político
Desde Rainbow no solo te animamos a cuidarte por fuera, sino a cuestionar qué significa eso. ¿Quién decide qué es una piel “bonita”? ¿Qué pasa cuando nos reconciliamos con nuestra piel seca, con sus texturas, con su forma de hablar?
Crear tus propios cosméticos es también un acto de autonomía. Un gesto de autoamor queer que desafía normas, diagnósticos estéticos y estanterías llenas de productos que prometen lo que tú ya tienes: valor.
Para seguir explorando…
En la próxima entrega: un bálsamo multiusos para labios, manos y zonas sensibles. Con ingredientes que probablemente ya tengas en casa.
¿Te animas a preparar el tuyo?