¿Dos madres? La justicia italiana dice: sí
Por fin. El Tribunal Constitucional italiano ha dado un paso decisivo para reconocer legalmente a las parejas lesbianas como madres de pleno derecho. Una sentencia que marca un antes y un después en la historia de los derechos LGTBIQ+ en el país transalpino. Hasta ahora, cuando una pareja de mujeres tenía un hijo o hija mediante fecundación asistida en el extranjero —porque en Italia solo está permitida para parejas heterosexuales—, solo se reconocía a la madre biológica.
Desde este fallo, Italia se ve obligada a considerar también a la madre no gestante como progenitora legal. Un avance que no solo simboliza justicia, sino que corrige una injusticia de fondo: la invisibilización institucional de muchas familias arcoíris.
El caso que lo cambió todo
Todo comenzó en Lucca, Toscana. Dos madres —ambas abogadas— recurrieron a la justicia tras no poder registrar a su segundo hijo como descendiente de ambas. La razón: una circular del Gobierno de Giorgia Meloni, que prohibía este tipo de inscripciones. Aunque su primera hija sí fue inscrita sin trabas, el segundo certificado fue impugnado por la fiscalía por haber nacido en plena vigencia de la polémica norma.
Gracias a su lucha —y al fallo del Constitucional— hoy celebran un cambio que va más allá de su familia: “Reconocer un derecho no quita nada a nadie, simplemente añade”, dijeron a los medios. Y tienen razón.
¿Qué dice la sentencia?
El Tribunal Constitucional ha sido claro: no reconocer a la madre no biológica vulnera el derecho a la identidad de les niñes, así como su derecho a tener un estatuto jurídico estable desde el nacimiento. También afecta su acceso a cuidados, educación y vínculos afectivos con ambos progenitores.
Además, se derriba parte de una ley de 2004 que solo reconocía a una madre. A partir de ahora, negar ese vínculo parental será inconstitucional.
Una Italia dividida, pero que avanza
Aunque el fallo no permite aún que las parejas lesbianas accedan a la fecundación asistida dentro de Italia —eso requeriría un cambio legislativo—, abre la puerta a una futura reforma. Porque si la Constitución reconoce ese derecho, ¿cuánto podrá tardar el Parlamento en adaptarse?
La sentencia también sugiere que no hay impedimentos legales para permitir el acceso a estas técnicas a mujeres solas. Así que… ¿está Italia lista para redefinir su modelo familiar?
El impacto real en la vida cotidiana
Más allá del simbolismo, esta decisión tiene consecuencias prácticas enormes. Hasta ahora, las madres no gestantes vivían en una especie de limbo legal. No podían llevar a sus hijes al médico, ni recogerles del cole sin una autorización. Tampoco podían tomar decisiones importantes sin pasar por un proceso de adopción largo, costoso y, muchas veces, frustrante.
Esta sentencia elimina esa carga. Porque una familia no se define por una firma notarial, sino por amor, compromiso y corresponsabilidad.
¿Y si todo esto no es tan simple?
Pero no todo es blanco o negro. Aunque se celebra como un triunfo, algunes activistas recuerdan que la sentencia no elimina la circular de Meloni ni modifica aún la ley de reproducción asistida. El riesgo de que se den interpretaciones distintas en cada municipio sigue existiendo. Además, hay quien se pregunta si el Constitucional ha ido más allá de lo que la ley permite, dejando abierta una brecha jurídica que puede ser aprovechada por sectores conservadores para judicializar más casos.
¿Estamos ante un cambio estable o ante una victoria que necesitará ser defendida una y otra vez en los tribunales?
Reacciones desde la política y la sociedad
Desde la oposición, voces como la de Alessandra Maiorino (M5S) han celebrado la decisión como una “respuesta rotunda” contra la política excluyente del actual Gobierno. “No se puede legislar para que un niño sea huérfano solo porque tiene dos madres”, dijo con firmeza.
Por su parte, colectivos LGTBIQ+ hablan de una victoria histórica, pero con matices: hay mucho por hacer. El reconocimiento automático desde el nacimiento es un primer paso. El siguiente: el acceso universal a los tratamientos de reproducción, dentro y fuera del país.
¿Qué significa esto para ti?
Este fallo no solo afecta a las familias italianas. También nos interpela a todes. ¿Qué modelo de familia reconocemos? ¿Qué pasa cuando el Estado impone una definición que excluye realidades tan comunes como las de dos madres criando a su hije?
Tal vez no tengamos todas las respuestas. Pero esta sentencia obliga a seguir preguntándonos.
