Sube al cuarto puesto en el índice de inclusión educativa LGTBIQ+, aunque el continente vive un preocupante retroceso normativo
España ha logrado situarse en el cuarto lugar del Índice de Educación Inclusiva en Europa, elaborado por la Organización Internacional de Jóvenes y Estudiantes LGTBIQ+ (IGLYO). Un ascenso de ocho posiciones respecto a la edición anterior, publicada en 2022, que confirma un progreso significativo. Aun así, los datos globales del informe invitan a una reflexión crítica: ¿de verdad estamos avanzando como deberíamos?
¿Qué mide este índice?
El estudio analiza a 49 países europeos y evalúa si sus sistemas educativos garantizan la inclusión y protección de jóvenes LGTBIQ+. Para ello, se consideran diez indicadores clave, entre ellos:
- Existencia de políticas contra el acoso escolar.
- Legislación antidiscriminación en entornos educativos.
- Inclusión de contenidos LGTBIQ+ en los planes de estudio.
- Formación obligatoria del profesorado en diversidad.
- Reconocimiento legal para personas trans e intersex.
Con una puntuación de 77,5 sobre 100, España comparte posición con Bélgica y Dinamarca, y solo es superada por Noruega (90), Suecia (80) y Malta (80). Esta clasificación refleja, al menos en parte, el compromiso institucional con una educación más diversa y segura.
Luces y sombras del informe
Aunque 21 países han mejorado desde 2022 —como Francia, Lituania o Moldavia—, el panorama europeo sigue siendo alarmante. En siete Estados, aún existen leyes que prohíben hablar de temas LGTBIQ+ en las aulas. Otros trece, incluidos Bulgaria, Italia o Reino Unido, han experimentado un claro retroceso.
La educación, más que nunca, se ha convertido en un campo de disputa ideológica. Según IGLYO, el auge de discursos antigénero y políticas regresivas ha instrumentalizado la diversidad como herramienta política, afectando directamente al bienestar del alumnado.
“La educación debería ser un espacio seguro, no un campo de batalla. Necesitamos acción y responsabilidad, no solo esperanza”, declara Yassine Chagh, presidente de IGLYO.

¿Por qué importa una escuela inclusiva?
Numerosos estudios han demostrado que les estudiantes LGTBIQ+, o quienes son percibides como tales, sufren mayores niveles de acoso, discriminación y violencia en el entorno escolar. Esto no solo afecta a su salud mental y autoestima, sino también a su desempeño académico.
Garantizar una educación inclusiva no es un gesto simbólico. Es una obligación ética y legal para cualquier Estado que se comprometa con los derechos humanos. Las políticas que reconocen la diversidad en las aulas no benefician solo al colectivo LGTBIQ+, sino que enriquecen la experiencia educativa de toda la comunidad escolar.
¿Y si este avance no es tan sólido?
Si bien el ascenso de España es motivo de celebración, conviene mantener la mirada crítica. ¿Estamos ante una mejora real y sostenible o simplemente ante un buen resultado en un índice específico? La inclusión no debe quedarse en los papeles ni depender del color político del momento. Además, algunas voces cuestionan que los datos del informe puedan ocultar realidades locales muy diversas. ¿Qué pasa con las diferencias entre comunidades autónomas? ¿Se están aplicando realmente estas políticas en las aulas?
Top 10 de países en educación inclusiva LGTBIQ+ (2024)
País | Puntuación |
---|---|
Noruega | 90 |
Suecia | 80 |
Malta | 80 |
España | 77.5 |
Dinamarca | 77.5 |
Bélgica | 77.5 |
Portugal | 75 |
Luxemburgo | 75 |
Finlandia | 72.5 |
Francia | 70 |