El 12 de julio, frente al Centro LGTBI de Barcelona, se celebra la octava edición del Vermut Trans: una jornada para visibilizar, conectar y celebrar las identidades trans y no binarias.
Una vez más, el corazón de Barcelona latirá al ritmo de la diversidad. El próximo sábado 12 de julio, desde las 12 del mediodía hasta las 11 de la noche, la calle Conde Borrell 22 —justo frente al Centro LGTBI de la ciudad— se transformará en un punto de encuentro para la comunidad trans, no binaria y disidente.
¿La excusa? El Vermut Trans, un evento que ya va por su octava edición y que ha sabido consolidarse como mucho más que una cita festiva. Es, sobre todo, un espacio de afirmación colectiva, de memoria viva y de fiesta política.
Un espacio hecho por y para la comunidad
Nacido desde dentro del colectivo, el Vermut Trans no es un festival cualquiera. Es una celebración de identidades que resisten cada día. Un lugar donde compartir lo cotidiano y lo extraordinario. Donde bailar también es una forma de reivindicar.
Este año, el cartel artístico refleja esa diversidad vibrante: subirán al escenario artistas como Dylan Aranda, Hugo Marlo y Gael Melero, mientras que la música estará en manos de DJs como Nartek, Elektra Insogna y Digypop. La conducción del evento corre a cargo de La Tía Mame y Nessa Molina, dos voces que combinan humor, ternura y compromiso.
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Más allá del escenario: arte, cuidados y comunidad
El evento no se limita a la música. Habrá espacios de creación artística, comida, bebida y, como cada año, una barra solidaria cuya recaudación se destinará a apoyar iniciativas vinculadas a la comunidad trans.
Además, estará presente un punto lila y LGTBIQA+, gestionado por el Observatori contra l’LGTBI-fòbia, que velará por la seguridad del entorno y la prevención de violencias. La idea es clara: crear un espacio libre de agresiones machistas, tránsfobas y homófobas. Porque la fiesta también puede —y debe— cuidarnos.
Entrada libre, orgullo compartido
No hay que pagar entrada. No hace falta ningún tipo de acreditación. Solo las ganas de estar, escuchar, apoyar y formar parte de una red que apuesta por la vida, incluso en los márgenes.
El Vermut Trans no excluye a nadie, pero sí pone el foco en quienes más lo necesitan: las personas trans, no binarias y otras identidades disidentes que siguen enfrentándose a discursos de odio, precariedad y falta de reconocimiento. Este espacio les pertenece. Y aún así, invitan a todes a sumarse.
El Vermut Trans es una invitación abierta a dejarse atravesar por otras formas de vivir, de amar y de estar en el mundo. Quizás no lo entiendas todo. Quizás te vayas con más preguntas que respuestas. Pero seguro que, al menos por un día, te sentirás parte de algo más grande: una comunidad que resiste desde la ternura.