El anuncio sorprendió a muches. El Vaticano ha invitado oficialmente a la red internacional Somos Iglesia a participar en el Jubileo de los equipos sinodales, que se celebrará entre el 24 y el 26 de octubre. Entre las ocho personas convocadas por el cardenal Mario Grech hay católiques LGTBIQ+ y mujeres sacerdotes, una presencia inédita que reabre un debate de larga data: la inclusión dentro de la Iglesia católica.
Un giro inesperado en la relación con “Somos Iglesia”
El gesto resulta aún más llamativo si recordamos que en 2014 el Vaticano excomulgó a Marta Heizer, cofundadora austriaca del movimiento. Una década después, bajo el pontificado de León XIV, el panorama parece diferente: representantes del grupo no solo participarán en el Jubileo, también podrán atravesar la Puerta Santa y mantener un encuentro directo con el Papa.
Christian Weisner, referente del colectivo, lo describió como “una señal para toda la Iglesia y una oportunidad de dejar atrás los errores del pasado”. Pero, ¿es realmente el inicio de un cambio estructural o un gesto de reconciliación puntual?
Reacciones encontradas: esperanza y desconfianza
La invitación no ha despertado unanimidad. La Unión de Católicos Conservadores Reformistas (UCCR) criticó duramente la decisión, asegurando que no representa una apertura real sino “una maniobra simbólica para evitar fracturas internas”.
Incluso desde Somos Iglesia reconocen que, a pesar de avances en el diálogo, las reformas profundas siguen pendientes: la plena inclusión de las personas LGTBIQ+, la ordenación de mujeres y la lucha contra el clericalismo son reivindicaciones que todavía esperan respuestas concretas.
Fe, diversidad y futuro
Antes del Jubileo de octubre, se espera otro momento simbólico. El 6 de septiembre la asociación Tenda di Gionata, dedicada a acompañar a católiques LGTBIQ+ y sus familias, organizará una celebración en la Iglesia del Gesú que también culminará con el paso por la Puerta Santa.
En un comunicado, Somos Iglesia destacó la “gran continuidad” entre los pontificados de León XIV y Francisco en temas clave como la paz, el medio ambiente y el ecumenismo. Pero insistieron en que queda mucho camino por recorrer:
- La eliminación de la discriminación hacia las mujeres.
- Una revisión global de la violencia sexual en el ámbito eclesial.
- La superación del clericalismo como sistema de poder.
El Jubileo de octubre será la primera vez que Somos Iglesia participe de forma oficial en un encuentro sinodal en el Vaticano. Para muches, se trata de una oportunidad histórica. Para otres, solo de un gesto cargado de simbolismo.
Quizás la pregunta que queda en el aire es esta: ¿se atreverá la Iglesia a transformar sus estructuras desde dentro o seguiremos asistiendo a aperturas puntuales que no terminan de materializarse en cambios reales?