Un cruce de palabras en el Pleno de Cibeles reabre el debate sobre el respeto institucional y la homofobia en el discurso político.
El Pleno municipal del Ayuntamiento de Madrid, celebrado este miércoles con un orden del día centrado en urbanismo, terminó envuelto en una fuerte polémica. El concejal del PSOE, Antonio Giraldo, denunció públicamente un comentario homófobo presuntamente lanzado por la edil del Partido Popular Andrea Levy. Según Giraldo, durante su intervención Levy le habría dicho que mejor hablara “desde una sauna”, una expresión que el socialista calificó como “asquerosa y homófoba”.
Estaría genial que la concejala del PP, Andrea Levy, no me lanzara comentarios homófobos sobre saunas mientras estoy interviniendo en el pleno del ayuntamiento y hablando de la regulación de las viviendas de uso turístico.
¡Gracias!
— Antonio Giraldo (@giraldeo) May 21, 2025
Aunque el comentario no quedó recogido en acta ni en micrófono abierto, Giraldo aseguró tener testigos y pidió formalmente que se aplicara el artículo 79 del Reglamento del Pleno, que regula la defensa del decoro institucional y la respuesta ante alusiones ofensivas. Pidió una retractación inmediata por parte de Levy. Esta, desde su escaño, negó haber dicho esas palabras y se limitó a responder: “Tienen que estar ustedes muy mal para decir esta barbaridad”.
Intervenciones sin turno y tensión en el hemiciclo
El incidente se produjo justo antes de votar el Plan Reside, un nuevo ordenamiento sobre pisos turísticos. Pese a no tener turno de palabra, Levy intervino dos veces y fue llamada al orden por el presidente del Pleno, Borja Fanjul. Sin embargo, no fue expulsada de la sala, un gesto que de haberse producido podría haber descompensado la mayoría del PP en la votación clave.
Tras la votación, Levy se acercó al escaño de Giraldo para mantener una breve conversación. Según el alcalde José Luis Martínez-Almeida, la concejala le explicó el contexto del comentario y aclaró que “no pretendía ofender, ni mucho menos”. Almeida también acusó a la oposición de “sacar de contexto” las palabras de su compañera de partido.
Desde el PSOE, Reyes Maroto anunció la presentación de una queja formal por lo que considera una “aplicación sectaria del reglamento” por parte del presidente del Pleno, y exigió disculpas públicas por parte de Levy o del alcalde. Maroto también apeló a la responsabilidad colectiva para “bajar el nivel de crispación y recuperar la calidad democrática”.
El conflicto de Gaza entra en la agenda municipal
A la polémica por el comentario homófobo se sumó otro foco de tensión: Palestina e Israel. La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, dedicó parte de su intervención a criticar la actuación del Gobierno de Israel en Gaza y la postura del Ejecutivo municipal. Mostró imágenes de víctimas infantiles del conflicto y cuestionó el apoyo del PP al gobierno de Netanyahu.
“El alcalde dice que es lamentable llamar genocida al Estado de Israel. Lo lamentable es que tantos gobiernos europeos estén revisando sus acuerdos con Israel y el PP siga apoyándolo sin fisuras”, declaró Maestre. Durante este momento del debate, el presidente del Pleno expulsó al concejal Nacho Murgui por llamarle “sinvergüenza” tras tres advertencias consecutivas.
¿Dónde están los límites del discurso político?
Este episodio pone sobre la mesa una cuestión incómoda: ¿qué margen de ambigüedad toleramos en el lenguaje político? La expresión “hablar desde una sauna” puede parecer inocua fuera de contexto, pero en determinados marcos culturales puede implicar connotaciones homófobas. ¿Debería haberse exigido mayor sensibilidad a Levy, aunque no tuviera intención ofensiva? ¿O estamos ante un uso excesivo del “ofendidismo” político? Lo que queda claro es que la confianza institucional y el respeto entre representantes públicos se erosionan fácilmente en un clima tan polarizado.