¿Por qué abrir la relación? Una pregunta que no es tan simple
Cada vez más personas LGTBIQ+ se plantean abrir su relación. No siempre es por insatisfacción, al contrario: muchas veces nace desde el deseo de experimentar libertad, honestidad y formas no normativas de amar y vincularse. Pero abrir la relación no es decir “haz lo que quieras” y listo. Requiere reflexión, acuerdos y mucha comunicación.
Relaciones abiertas, poliamor y anarquía relacional: ¿son lo mismo?
No exactamente. Aquí te dejamos una mini guía para entenderlo mejor:
💛 Relaciones abiertas
Una pareja (o vínculo principal) que permite encuentros sexuales fuera de la relación, pero sin involucrarse afectivamente con otras personas.
💚 Poliamor
Modelo en el que se pueden tener varias relaciones afectivas y/o sexuales con consentimiento y conocimiento de todas las partes. Implica construir desde la honestidad y no jerarquizar necesariamente.
💙 Anarquía relacional
Filosofía que rechaza jerarquías predeterminadas entre vínculos. No da prioridad automática a relaciones románticas sobre amistades u otros lazos, y busca eliminar normas sociales impuestas sobre cómo “debe ser” una relación.
¿Con cuál te identificas más? ¿O prefieres no etiquetarlo y ver qué nace?
Primeros pasos para abrir la relación sin morir en el intento
Aquí te dejamos algunas claves prácticas para empezar:
1. Habla mucho, muchísimo
Antes de nada, conversa con tu(s) pareja(s) sobre:
- Por qué queréis abrir la relación
- Qué límites y acuerdos queréis establecer
- Qué miedos os genera y cómo los vais a gestionar
No dejes preguntas sin responder, pero tampoco fuerces respuestas definitivas en un solo día.
2. Estableced acuerdos claros y revisables
Los acuerdos no son leyes inamovibles, pero sirven como guía. Algunos ejemplos:
✔️ ¿Sexo solo con otras personas o también citas afectivas?
✔️ ¿Hay prácticas que preferís reservar para vuestra relación?
✔️ ¿Usaréis protección siempre, independientemente de la persona?
✔️ ¿Os contaréis todo o solo lo esencial?
Lo importante es que sean consensuados, realistas y revisables con el tiempo.
3. Cuida la gestión emocional
Abrir una relación removerá muchas emociones: celos, inseguridades, euforia, miedo, compersión (felicidad por la felicidad de la otra persona)… No son “malas” ni “buenas”, simplemente están ahí y conviene hablarlas y gestionarlas con respeto y sin juicios.
4. La importancia de la comunidad
Habla con personas que ya vivan relaciones abiertas, poliamorosas o anarquía relacional. Lee, infórmate y busca grupos de apoyo LGTBIQ+ donde compartir experiencias. Esto te ayudará a no sentirte fuera de lugar o “rarx” por cuestionar la monogamia.
Perspectiva crítica: ¿abrir la relación es siempre liberador?
Aunque abrir relaciones se presenta como el ideal de libertad y deconstrucción, no siempre es así. Algunas personas pueden sentir presión a abrir la relación para no perder a su pareja, o creen que así resolverán problemas internos. También existe la crítica de que se puede reproducir la misma posesividad o jerarquías que en relaciones monógamas, solo que multiplicadas. ¿Estamos realmente deconstruyendo o solo cambiando el escenario? La pregunta queda abierta para que reflexiones.
Errores comunes al abrir una relación
❌ Creer que resolverá problemas de pareja (spoiler: los amplifica si no se hablan)
❌ No establecer acuerdos previos
❌ Pensar que nunca sentirás celos
❌ Usar la relación abierta como venganza o control
❌ No proteger la salud sexual y emocional de todes
Lecturas recomendadas para profundizar
📚 Ética promiscua (Dossie Easton y Janet Hardy)
📚 Más allá de la pareja (Brigitte Vasallo)
📚 Anarquía relacional: La revolución desde los vínculos (Juan Carlos Pérez Cortés)
Abrir la relación no te hace más evolucionade ni te garantiza felicidad. Tampoco mantenerla cerrada te hace menos queer o menos libre. Lo importante es construir desde la honestidad, la empatía y la escucha, sin imponer modelos externos. Porque al final, se trata de vivir tus vínculos como realmente te hagan sentir paz y plenitud.