La bisexualidad, esa capacidad de sentir atracción romántica, emocional y/o sexual por personas de más de un género, es una orientación que, a pesar de su existencia innegable, a menudo se encuentra envuelta en un manto de escepticismo y negación. ¿Por qué, en pleno siglo XXI, sigue habiendo tanta gente que duda de la existencia de las personas bisexuales o que minimiza su validez?
Para muchas personas, la bisexualidad es percibida como una fase, una indecisión, o incluso una tapadera. Esta incredulidad no surge de la nada; tiene raíces profundas en constructos sociales y culturales que históricamente han privilegiado las narraciones monosexuales (heterosexualidad y homosexualidad).
La presión de la dicotomía: «o esto o aquello»
Vivimos en un mundo que a menudo nos enseña a pensar en términos binarios: día o noche, blanco o negro, hombre o mujer, gay o heterosexual. Esta mentalidad de «o esto o aquello» hace que la bisexualidad no encaje cómodamente. Si te atraen las mujeres, debes ser lesbiana; si te atraen los hombres, debes ser gay. O si te atrae el «género opuesto», eres heterosexual. ¿Pero qué pasa si te atraen ambos, o más de uno? Para quienes no están familiarizados con la diversidad de las orientaciones sexuales, esta fluidez puede ser difícil de procesar.
La bifobia: discriminación desde múltiples frentes
La incredulidad en la bisexualidad es una manifestación de la bifobia, que no solo niega la existencia o legitimidad de las personas bisexuales, sino que también las estigmatiza. Esta bifobia puede venir de dos lados:
- Desde la comunidad heterosexual: A menudo, las personas heterosexuales pueden ver la bisexualidad como una excusa o una indecisión. Se les presiona a «elegir un bando» o se asume que su orientación es una «puerta de entrada» a la homosexualidad.
- Desde la propia comunidad LGTBIQ+: Lamentablemente, la bifobia también puede manifestarse dentro de la comunidad LGTBIQ+. Hay quienes, por desconocimiento o prejuicios, pueden considerar que las personas bisexuales no son «lo suficientemente gay» o «lo suficientemente lesbianas», o que están simplemente «experimentando». Esta marginalización interna agrava el sentimiento de invisibilidad y falta de pertenencia.
¿Te has parado a pensar alguna vez en la doble discriminación a la que se enfrentan las personas bisexuales? No solo luchan contra los prejuicios de la sociedad en general, sino también, en ocasiones, contra los de su propia comunidad.
Borrado bisexual: una historia de invisibilidad
El borrado bisexual se refiere a la tendencia a ignorar, reinterpretar o negar la evidencia de la bisexualidad en la historia, los medios de comunicación y las conversaciones cotidianas. Cuando una persona bisexual se relaciona con alguien de un género diferente, a menudo se asume que es heterosexual. Si se relaciona con alguien del mismo género, se asume que es homosexual. Su bisexualidad rara vez se reconoce o se celebra por sí misma.
Esto tiene consecuencias devastadoras para la salud mental y el bienestar de las personas bisexuales. La falta de reconocimiento puede llevar a sentimientos de aislamiento, confusión y la incapacidad de sentirse plenamente comprendides en su propia identidad.
Desmontando mitos: la realidad de la bisexualidad
Es crucial desmentir algunos mitos comunes sobre la bisexualidad:
- «Es una fase»: La bisexualidad es una orientación sexual válida y duradera para muchas personas, no una etapa transitoria.
- «Están confundides»: La atracción por más de un género no es confusión; es una forma legítima de experimentar la atracción.
- «Son promiscuos/as»: La orientación sexual de una persona no determina su nivel de promiscuidad. Este estereotipo es dañino y falso.
- «Simplemente no han elegido»: La bisexualidad no es una elección, de la misma manera que no lo son la heterosexualidad o la homosexualidad.
La clave para entender y aceptar la bisexualidad radica en reconocer que la atracción humana es compleja y diversa. No encaja en cajas rígidas y predefinidas. Cada persona tiene su propio camino y su propia forma de amar.
Abriendo el diálogo y promoviendo la visibilidad
Para combatir la incredulidad y la bifobia, necesitamos:
- Educación: Informar sobre la diversidad de las orientaciones sexuales desde edades tempranas es fundamental.
- Representación: Es vital que las personas bisexuales se vean representadas de manera auténtica y positiva en los medios, la cultura y la vida pública.
- Alianza: Todas las personas dentro y fuera de la comunidad LGTBIQ+ tienen un papel que desempeñar en la defensa y el apoyo de las personas bisexuales.
¿Qué podemos hacer cada une para desafiar los prejuicios y construir un mundo donde todas las orientaciones sean vistas, validadas y celebradas? La respuesta comienza con la empatía, el conocimiento y la voluntad de escuchar.